Son Sardina será, a partir de septiembre, la primera zona de Palma de tráfico lento. Así, esta zona tendrá la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora con el objetivo de reducir el tránsito de coches, aumentar la seguridad de los viandantes y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
El regidor de Mobilitat, José Hila, explicó ayer que para convertir Son Sardina en una zona 30 se delimitará la zona urbana del barrio con señales verticales y horizontales en el suelo en las principales calles de entrada y salida del mismo. Con este objetivo, se elevarán los pasos para peatones de la calle Passatemps, la vía principal de Son Sardina. Estas obra comenzarán a finales de este mes de agosto.
Particularidades
Además, se habilitará como calle residencial el tramo de la calle Metge Sbert comprendido entre la calle Guasp y Passatemps, y en el que se limitará la velocidad a 20 kilómetros. Este trozo, además, cambiará su sentido de circulación con la intención de que esta calle sea utilizada exclusivamente por el tráfico residencial y que en ella tenga prioridad el peatón.
José Hila señaló que la «idiosincrasia» de Son Sardina favorece que se pueda llevar a cabo allí esta actuación, la cual ha indicado que permitirá conseguir una movilidad más sostenible porque la reducción de la velocidad disminuirá el ruido, rebajará la posibilidad de accidentes, y producirá, además, menos contaminación.
El concejal precisó que esta iniciativa parte de una reivindicación de los vecinos, quienes además quieren incrementar la seguridad de los ciudadanos que acuden a las cercanías del colegio público Maria Antònia Salvà y de la plaza Molins de l'Aigua.
Sobre la posibilidad de crear más zonas 30 en Palma, el regidor avanzó que el próximo barrio palmesano que podría contará con una zona 30 será una parte de Son Espanyolet debido a la configuración de la zona, con calles estrechas y casas bajas, que se presta a este tipo de actuación.
Asimismo, el concejal apuntó la posibilidad de que se implanten zonas 30 en otras áreas del casco antiguo en un futuro, si bien matizó que el objetivo del Consistorio para esta legislatura es que estas actuaciones se centren primero en Son Sardina y Son Espanyolet.
Tomás Balaguer, presidente de la asociación de vecinos de Son Sardina, se mostraba ayer satisfecho con la decisión de Cort de convertir la barriada en zona 30 ya que lo habían solicitado en octubre del año pasado. Su objetivo es evitar que el barrio se convierta en una zona de paso rápido para los conductores que quieren acceder a la carretera de Valldemossa y a la de Sóller evitando las rotondas y la concentración de coches que allí se acumula.