José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha, fue uno de los primeros barones socialistas que adoptó medidas ante la crisis económica. Dos años después, está convencido de que España saldrá de la crisis. Estos días, Barreda apura sus vacaciones en la Colònia de Sant Jordi.
-¿Saldremos pronto de la crisis económica?
-Saldremos y ojalá que sea lo antes posible, pero hay que ser prudentes. Es verdad que estamos atravesando una situación complicada desde hace dos años. La situación financiera se ha convertido en una crisis de economía real, la más grave desde la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, ha sido lógico que desde el primer momento hubiera desconcierto con la crisis, pero en Estados Unidos y en Europa se han reconducido las cosas. Pronto veremos los resultados de las medidas económicas.
-Y usted fue de los primeros dirigentes socialistas que avisó que la crisis era grave...
-Sí, no sé si lo vi antes que los demás, pero fui de los primeros en despertar. Dije antes que muchos otros que era necesario adoptar medidas. En el ámbito que me corresponde, planteamos medidas de austeridad. Ante las dificultades, lo más importante es estar unidos y por eso firmé un pacto con la patronal y los sindicatos. La mejor respuesta ante la crisis es la unidad, no lo dude.
-¿Cree que Zapatero se despertó tarde ante la crisis?
-El propio Zapatero lo ha reconocido. El presidente ha dicho en una entrevista que tal vez tardó en darse cuenta de la envergadura de la crisis.
-¿Las medidas de austeridad del PSOE salpicarán a todos los gobiernos autonómicos presididos por socialistas?
-Yo creo que en Castilla-La Mancha, al menos, los ciudadanos tienen una gran madurez democrática y lo han demostrado reiteradamente. Ellos distinguen muy bien cada momento y saben lo que votan en cada caso. Hay muchos ciudadanos que votan una cosa en las elecciones generales y europeas y otra distinga en las elecciones autonómicas y municipales. Esto es un síntoma de madurez, de conciencia cívica, de saber de lo que se trata en cada caso. No quiero ponerme la venda antes de la herida, ni echar balones fuera, ni tratar de justificar unos hipotéticos resultados negativos, que no espero por circunstancias ajenas a mi actuación. Cada uno tiene su responsabilidad y yo asumiré la que me corresponde.
-¿Es difícil tener a Cospedal como rival política en Castilla-La Mancha?
-El principal problema es que resulta prácticamente imposible llegar a todas las responsabilidades que tiene asumidas. Es senadora, secretaria general de un partido muy imporante como el PP, tiene su despacho en Madrid, y compatibilizar todos estos cargos con Castilla-La Mancha es muy difícil. Por eso sus prioridades están en otro lado.
-Está más tiempo en Madrid que en Toledo...
-Bueno, cuando ha hecho falta que ayudase en momentos complicados a Castilla-La Mancha, ella se ha plegado a los intereses de la dirección nacional del PP.
-¿Qué le han parecido todos los casos de corrupción que se han vivido en Balears en los últimos años?
-Todo lo que afecta para que los ciudadanos se alejen de la política es negativo. La respuesta a la corrupción no puede ser contraria a los políticos porque no hay otra alternativa.
-¿Le han sorprendido las acusaciones contra Matas, vecino suyo en la Colònia?
-Lo mismo le digo. No me apetece entrar en cuestiones personales. Cada cual que saque sus conclusiones sobre Matas.