El director general de Emergencias durante la pasada legislatura, Joan Pol, reconoció ayer ante el juez que instruye el 'caso Bomsai', Juan Catany, que pactó una remuneración de 120.000 euros «por un trabajo de asesoramiento» con la empresa Iturri, suministradora del equipamiento del nuevo parque de bomberos de Palma.
La versión ofrecida por Pol contrasta con la de Joan Mas, su socio en la empresa Masal Urbis, a través de la cual se había facturado a Iturri. Joan Pol aseguró que no había visto «ni un euro» procedente de Iturri, desmarcándose de la tesis defendida por la Fiscalía Anticorrupción, representada por Miguel Àngel Subirán, que considera los pagos de Iturri como un soborno.
La declaración de Pol, asistido por el letrado Gaspar Oliver, se prolongó por espacio de dos doras durante las que explicó que en su opinión y gracias a su asesoramiento «Iturri ha ganado mucho dinero y yo tengo cero», e insistió en que su asesoramiento fue gratuito y que sólo al final de la colaboración «se pactó la remuneración, después de tres años».
Pol aseguró sentirse «desconcertado y engañado» por su socio Juan Mas.
Dos proyectos
El asesoramiento de Pol a Iturri se amplió a dos iniciativas diferentes. La primera consistía en una aplicación informática al sistema de emergencias, mientras que la segunda se refería a la creación en Mallorca de una escuela de altos mandos de bomberos «siguiendo el modelo de la academia federal americana», de la que Pol asegura que había recibido formación.
Esta escuela de bomberos, que se descartó por su elevado coste, debía tener un ámbito de formación europeo.