El primer detenido en el 'caso Ibatur', el asesor jurídico Miquel Àngel Bonet usaba cuentas corrientes de familiares para desviar dinero público del instituto con el que luego se lucraba. Bonet hasta ahora ha sido el único cargo público del instituto que ha reconocido que percibió dinero. Estas cantidades, según declaró en policía se justificaban con facturas falsas y contratos menores que encubrían trabajos que nunca se realizaron.
Bonet explicó a los agentes que él llamaba a sus familiares y les pedía el número de cuenta corriente para hacer los ingresos. En esas operaciones, el ex alto cargo involucró a su madre, a una tía abuela, a su padre, a la novia de éste e incluso a su ex cuñado.
La Policía Nacional detuvo a estos familiares para que corroboraran lo que decía su hijo y éstos ratificaron la versión.
El ex alto cargo ha sido detenido en dos ocasiones a lo largo de la investigación de las cuentas de Ibatur, la primera de ellas en febrero de 2009 y la última el mes pasado en el marco de la 'operación Pasarela'. Ahora mismo se encuentra en libertad tras haber abonado sendas fianzas que suman 250.000 euros.
Bonet acusa a los dos gerentes que tuvo Ibatur durante ese periodo de ordenar fraccionar pagos y de señalar a qué empresas había que invitar a los distintos concursos. Él asegura que no tenía capacidad para contratar y que únicamente hacía lo que le indicaban sus superiores, ya fueran informes jurídicos o firmar aprobaciones de gasto.