El presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, ha adelantado un día su reunión prevista con el Rey, Don Juan Carlos, en el Palacio de Marivent de Palma, de forma que tendrá lugar el próximo martes, a partir de las 11.30 horas, y no el miércoles, día 11, tal como estaba previsto inicialmente.
Además, entre las novedades de este año destaca que el tradicional encuentro entre Zapatero y el Monarca en la residencia estival del jefe del Estado se celebrará por la mañana y no a las 19.30 horas como sucedía en años precedentes, por lo que, a diferencia de otros años, ambos mandatarios no cenarán juntos, acompañados de la Reina, Doña Sofía, y la esposa del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa.
Por otro lado, está previsto que el segundo de los encuentros entre Zapatero y Don Juan Carlos en el Palacio de Marivent tenga lugar el 27 de agosto, pocos días antes de que el Rey ponga fin a sus vacaciones de verano en Palma, que inició ayer con su llegada al Aeropuerto de Son Sant Joan, precisamente, después de recibir en audiencia al presidente del Ejecutivo central.
Un año más, la reunión entre ambos mandatarios en la capital balear estará marcada por la crisis económica, de forma que este encuentro se celebrará pocos días después de conocerse el último boletín económico del Banco de España del mes de agosto, que revela que la economía española creció un 0,2% en el segundo trimestre del año, con lo que encadena dos trimestres consecutivos en positivo, después de que saliera de la recesión en los primeros tres meses del año al crecer un 0,1% respecto al cierre de 2009.
Asimismo, Zapatero y Don Juan Carlos podrían aprovechar su encuentro para abordar el conflicto de los controladores aéreos, en caso de que no se resuelva en los próximos días, de manera que analizarían las posibles consecuencias económicas y las repercusiones en la ciudadanía que podría tener una huelga de este sector a finales de agosto.
Precisamente, en relación a los controladores aéreos, el Monarca, tras reunirse con el presidente del Govern balear, Francesc Antich, en el Palacio de la Almudaina de Palma, se ha mostrado «preocupado por todo aquello que pueda influir para que el tema turístico no vaya como tuviera que ir».