Palma se ha declarado 'ciudad libre de circos con animales salvajes', tras aprobarse en el Pleno del Ajuntament una proposición del Bloc, con los votos de esta formación, el PSIB y UM y la abstención del PP, mediante la cual no se permitirá la instalación en la capital balear de circos que utilicen animales salvajes, pese a que estos no participen en el espectáculo.
Así, mediante esta iniciativa, el Consistorio se ha declarado contrario a la exhibición de animales salvajes en circos o en otras actividades con ánimo de lucro, que se encuentren de manera temporal en Palma, con independencia del lugar de residencia de las personas propietarias o poseedoras de estos animales.
Además, el Ayuntamiento ha instado, a través de esta propuesta, al equipo de Gobierno a iniciar los trámites para la modificación de las ordenanzas que correspondan, con el objetivo de impedir los circos con animales, al tiempo que ha pedido al Parlament que introduzca las reformas en la Ley autonómica aprobada en 2002, de protección de los animales que viven en el entorno humano, con el fin de prohibir los circos en los que se usen animales.
Por su parte, el PP ha defendido una propuesta alternativa a la del Bloc, que ha sido rechazada por todos los grupos, a excepción del proponente, y mediante la cual pretendía que el Pleno del Ayuntamiento acordara adquirir el compromiso de velar por el estricto cumplimiento de lo que dispone la Ley 1/1992, de 8 de abril, de protección de los animales que viven en el entorno humano.
El portavoz del Bloc y regidor de Participación Ciudadana, Eberhard Grosske, ha recalcado que «hay que ir avanzando con pasos firmes en la protección de los derechos de los animales», con el fin de que la «convivencia armónica» entre estos y las personas sea una realidad «no sólo normativa y legal, sino también social para que se incorpore a nuestra cultura».
«El nivel de sensibilidad respecto al buen trato y las buenas relaciones con los animales es un buen indicador del nivel de cultura, convivencia y valores de una sociedad», ha destacado, al tiempo que ha subrayado que con la aprobación de la propuesta de su grupo, se «evitarán los maltratos de los animales en los circos», algo que, a su juicio, no se consigue con la actual normativa autonómica, aprobada en 1992, «tal como lo ha demostrado la práctica».
Por ello, ha rechazado la iniciativa presentada por los 'populares', ya que, pese a la citada Ley autonómica, «han continuado viniendo a Palma los circos con animales, a los que se les tiene encerrados en jaulas de tres metros de las que sólo pueden salir para hacer el espectáculo, lo que supone un formato del pasado», frente a lo que debe ser un circo de «espectáculo, música, arte y color, como el circo Bover».
Grosske ha remarcado que se debe respetar a los animales y a la naturaleza, ya que, de este modo, se demostrará que se trata de una sociedad «con una buena salud cívica». En este sentido, ha indicado que no se cree que una persona respete mucho a las personas si maltrata a los animales, teniendo en cuenta que «una cosa acompaña a la otra, de forma que quien estime la vida y la naturaleza, es más fácil que estime a las personas».
MEJORAR LA SITUACION DE LAS GALERAS
En este sentido, Grosske ha apuntado que la «asignatura pendiente» es mejorar la situación de los caballos de Palma que son utilizados para llevar las calesas en las que diariamente se montan los turistas, teniendo en cuenta que estos animales están estacionados en zonas en las que da el sol, a pesar de que las temperaturas lleguen a alcanzar los 38 o 39 grados.
«La situación en la que están estos caballos es indeseable y terrible y proyecta una pésima imagen de cara al turismo, razón por la cual, hay que buscarles una nueva ubicación razonable, que no despierte la protesta de las personas que se ganan la vida de esta forma», ha aseverado el regidor, quien, por el contrario, se opone a prohibir esta actividad.
Por su parte, la regidora del PP Catalina Terrassa ha defendido su iniciativa, ya que, en su opinión, «huye del oportunismo y va un poco más allá al abogar por que se respete la legalidad vigente en Baleares, ya que, en tal caso, no hay por qué tomar ninguna medida más, ya que esta normativa autonómica prohíbe el maltrato y que se pueda tener animales en malas condiciones de salubridad».
El regidor de UM Llorenç Palmer ha justificado su voto a favor de la proposición del Bloc, al considerar que la Ley vigente «no refleja la realidad», ya que establece que los animales «deben estar cuidados y, sin embargo, siguen llegando circos con animales salvajes», práctica que, a su juicio, debe desaparecer.
Al Pleno, asistieron varias entidades defensoras de los animales, que exhibieron varios carteles en contra de los circos con animales salvajes, entre las que se encontraba la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Mallorca, cuya presidenta, Carmen Rojas, ha exigido al Consistorio que «elimine por completo» las galeras de caballos en la capital balear.
Mientras llega esta prohibición, que ha reconocido que «no será fácil porque todos los cambios en cuanto a animales son largos y malos de realizar», ha reclamado una solución urgente a la situación de los caballos, con el fin de evitar que continúen a pleno sol, lo que ha provocado desmayos e incluso muertes de estos animales por golpes de calor.