Los empresarios piden que se prohíba el consumo de alcohol en la calle. Así, el vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer, se sumó ayer a esta reivindicación que ya han realizado el presidente de la asociación de Comerciantes e Industriales del Passeig Marítim, Manuel Jiménez; y la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, Marilen Pol, entre otros.
«El botellón se nos ha escapado de las manos, no sólo por el consumo de alcohol, sino también de drogas y el comportamiento incívico», manifestó Escarrer. Respecto a al borrador de la ordenanza que ha elaborado el Ajuntament de Palma reconoció que le habría gustado que fuese «más contundente», aunque puntualizó que «hay que apoyarla al máximo para ver cómo se ejecutan los recursos». En su opinión, el botellón excede el ámbito municipal e instó al Ministerio de Sanidad a tomar medidas, al igual que hizo con el consumo de tabaco. Escarrer aseguró que «es imposible buscar clientes con un poder adquisitivo mayor, cuando damos la imagen del botellón». Así, destacó que han perdido varios congresos y que las quejas que les obligan a devolver el dinero son «constantes».
Por su parte, la alcaldesa Aina Calvo se mostró partidaria de prohibir el consumo de alcohol en la calle a los menores de edad, pero no al resto. «El objetivo es evitar el exceso», señaló. Además, consideró que «vamos a ser capaces de impedir que se reproduzca esta situación en el Passeig Marítim».
Este fin de semana se volverán a aplicar las medidas para reducir los efectos del botellón en el Passeig Marítim, con la novedad de que se adelanta a las 22:00 horas la limpieza de la primera línea de la Platja de Palma.