Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, AENA, afirmó ayer que el absentismo de los controladores aéreos elevó el índice de demoras del aeropuerto de Palma el pasado fin de semana, en concreto el viernes día 9 de julio.
Desde el ente público informaron que el pasado viernes estaba programada la asistencia de siete controladores aéreos y un supervisor en el aeropuerto de Son Sant Joan, de los que se produjeron dos bajas.
Ante esta situación, AENA afirma que se puso en contacto con otros dos profesionales para que suplieran las bajas y que estos comunicaron su asistencia. Sin embargo, según informa el ente público, uno de estos dos profesionales suplentes informó «en el último momento» que «se encontraba mal» y que no podría acudir a su puesto de trabajo, circunstancia por la que el aeropuerto de Son Sant operó durante ese turno con un controlador menos respecto a la programación realizada.
Según indican desde el ente público, la falta de controladores redunda en una crecimiento en el índice de retrasos y en el de anulaciones. En el caso de la jornada del viernes en el aeropuerto de Son Sant aumentaron las demoras y no las cancelaciones, según informó AENA.
Planificación
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea asegura que la programación en cuanto al número de controladores se realiza de acuerdo a la previsión de la operativa aérea del día, por lo que rechazan las acusaciones de una mala planificación y la falta de profesionales para asumir la carga de trabajo.
De hecho, el sindicato USCA ha difundido un informe del supervisor de servicio el viernes día 9 en la Torre de Control de Palma quien sufrió un ataque de ansiedad «por la fuerte sobrecarga a la que nos vemos sometidos los controladores desde la publicación de la ley 9/2010 y la irresponsable aplicación de la misma que esta realizando Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea».
Por su parte, fuentes de las compañías aéreas denuncian el crecimiento de los retrasos registrados este verano en la red de aeropuertos de AENA y temen que el colectivo de controladores aéreo haya iniciado una huelga de celo en cubierta ante el cambio de la regulación del sector aprobada recientemente por el Gobierno.