Se adivinan brotes verdes en la Platja de Palma: una inversión privada de 150 millones de euros y 2.000 puestos de trabajo. Son algunos de los números que se asocian al centro comercial que verá la luz en Ses Fontanelles si se cierran las negociaciones que mantienen desde hace varios meses los representantes del Consorcio y de la promotora Aqua Mágica.
El proyecto que lidera el empresario mallorquín Guillem Alomar, enquistado desde hace tiempo, está a punto de ser rescatado. De hecho, uno de los condicionantes que había puesto sobre la mesa la promotora -unaminidad política- quedó resuelto esta misma semana. La experiencia del Decreto Ley que activó el Pacte a principios de la actual legislatura y que provocó la suspensión de las obras, mantenía en alerta a los inversores. Según ha podido saber este diario, Margarita Nájera -gerente del Consorcio de la Platja de Palma- y Guillem Alomar han alcanzado un principio de acuerdo en el que se conjuga la sostenibilidad medioambiental (protección del humedal de Ses Fontantelles), la económica (inversión privada multimillonaria) y social (se prevén crear unos 2.000 puestos de trabajo durante las obras y 1.500 en la apertura del centro comercial). Todavía no se han determinado cifras en la negociación, si bien se han sentado las bases: se reduce la edificabilidad en 50.000 metros cuadrados y se desplazaría el centro comercial a unos terrenos anexos. Además, deben cuantificarse los gastos incurridos no recuperables.
Fuentes cercanas a la negociación advirtieron que al acuerdo definitivo podría rubricarse antes del día 20. «Iniciar el futuro de la Platja de Palma con una inversión de este tamaño (a principios de 2011 podrían iniciarse las obras) incidiría de forma importante sobre la amplía colección de crisis que azota a Mallorca, especialmente sobre la crisis de confianza. Está claro que se crearán sinergias con futuros inversores», subrayó una de las partes implicadas.