Las 74 cajas rurales españolas están integradas en el Grupo Caja Rural, en el que comparten estructuras como el Banco Cooperativo Español, Rural Grupo Asegurador, Rural Servicios Informáticos y un fondo interno de solidaridad dotado con 170 millones de euros, por lo que estas entidades sólo esperan tener que realizar «cambios puntuales» en sus estatutos para adecuarse a la nueva figura del Sistema Institucional de Protección (SIP), la denominada 'fusión fría', en el proceso de reestructuración bancaria que impulsa el Gobierno.
El director general de Caixa Rural de Balears, Antonio de Parellada, precisó que el Grupo Caja Rural creó su propio banco hace ya veinticinco años, una entidad al que todas las cajas asociadas transfieren el capital excedentario, al tiempo que recordó que las cajas mantienen compromisos de solvencia y una marca comercial unificada.
En este sentido, el director comercial de Caixa Rural de Balears afirmó que las cajas rurales «se avanzaron» al actual proceso de integración de las cajas de ahorros y que no se están viendo afectadas por los cambios producidos en el mapa bancario.
En cuanto a la evolución de los resultados de Caixa Rural de Balears, su director general indicó que «a todos les va peor que el año pasado y el año pasado peor que el año anterior, pero cuanto más protegido vayas aguantas mejor». En este sentido, Parellada indicó que Caixa Rural lleva diez años realziando «máximas dotaciones para blindar la caja ante la morosidad, que sabíamos que iba a llegar, hasta alcanzar el 90 por ciento al cierre del año pasado», afirmó.
Caixa Rural
En cuanto a la mororsidad, Parellada indicó que la entidad cerró el ejercicio 2009 con una tasa del 3,4 por ciento, frente al 5 por ciento de media del sector. En cuanto a los activos adjudicados (viviendas embargadas), el director general informó que se sitúan en el 0,6 por ciento del activo, mientras que destacó que existen entidades financieras que alcanzan el 10 por ciento.
En cualquier caso, el último informe de gestión de Caixa Rural de Balears indica que la entidad obtuvo el año pasado unos resultados de 1,967 millones antes de impuestos, lo que supuso un descenso del 5,4 por ciento respecto al ejercicio precedente, mientras que el beneficio neto se redujo un 1,7 por ciento hasta 1,866 millones de euros.