Esther Maria García, madre de Carlos Sáenz de Tejada, uno de los dos guardias civiles asesinados por ETA el pasado 30 de julio en la localidad mallorquina de Palmanova, aseguró ayer que le da «igual» si detienen o no a los asesinos de su hijo y del otro guardia civil que también murió en el atentado, Diego Salvá, debido a que el acto terrorista ya está hecho y «mientras no maten» a los autores, afirmó, «a mí me da tres cuartos de lo mismo que les cojan o no».
Tras reunirse junto a su marido, José Antonio Sáenz de Tejada, con el presidente del Govern balear, Francesc Antich, García reconoció que desconfía sobre una posible tregua de ETA en los próximos meses, ya que, a su juicio, ahora la banda terrorista está «muy tranquila» hasta que cometa el «próximo» atentado.
Preguntada por el mensaje que mandaría a la banda terrorista ETA, la madre de Carlos Sáenz de Tejada afirmó que «lo mismo de siempre: que son unos hijos de puta y nada más que eso».
Finalmente, visiblemente emocionada, agradeció a todos los mallorquines el trato recibido tras la muerte de su hijo y, en este sentido, dijo que está «muy contenta» de cómo se portaron los ciudadanos de la isla con ella, después del asesinato de Carlos Sáenz de Tejada, como consecuencia de una bomba lapa colocada por la banda terrorista en los bajos de su vehículo, que también acabó con la vida del agente de la Benemérita Diego Salvà. «Gracias, gracias, gracias a todos los mallorquines», concluyó.
Homenaje
García hizo estas declaraciones el mismo día en el que el Ayuntamiento de Palma entregó a su hijo a título póstumo la Cruz al Sacrificio en Cumplimiento del Deber con distintivo rojo de la Policía Local en un acto al que también asistió Montserrat Lezaún, madre de Diego Salvà.
Durante el acto, la alcaldesa de Palma destacó la «fuerza y coraje» de los padres de Carlos, ya que, según señaló, este tipo de reconocimientos tienen una «parte de dolor y de hacer palpable la ausencia no querida e indeseada de su hijo y, seguramente, de manos de indeseables».
«Todos los que estamos aquí sabemos que Carlos y Diego perdieron la vida por defender las libertades y derechos de todos nosotros y les debemos un reconocimiento siempre», recalcó Calvo, quien apeló a la «constancia y perseverancia» para que el olvido «no gane la batalla».
Por su parte, el Intendente Jefe de la Policía Local de Palma, Nicolás Herrero, aseveró que la «única compensación» que se puede dar a unos padres que han perdido a un hijo en unas labores policiales es «nuestro cariño, nuestro apoyo y nuestro afecto, ya que es lo único que podemos hacer».