El Govern deberá hacer una ley para poder im pulsar la reforma de la Platja de Palma, un instrumento imprescindible y urgente para la revalorización integral de la zona turística.
De hecho, el Govern ya cuenta con un borrador de la futura ley, que obra en poder de este periódico, que se convertiría en un instrumento de ordenación urbanística y medioambiental en el ámbito supramunicipal de Palma y Llucmajor.
El Consorcio de la Platja de Palma señala la necesidad de la ley ante la inexistencia de una figura de planteamiento urbanística adecuada que pueda dar cobertura jurídica a las operaciones de reconversión y rehabilitación en el ámbito de la Platja de Palma.
Por lo tanto, la ley que prepara el Govern y que remitirá al Parlament se convertirá en la figura que haga posible el diseño y la ejecución de dichas operaciones de reconversión.
El borrador de la futura ley prevé la creación del plan de reconversión de la Platja de Palma.
En una documentación entregada hace unos días por el Consorcio de la Platja de Palma se advierte que el plan necesita una ley específica. De lo contrario, el Consorcio no podrá iniciar las operaciones de reconversión que tiene encomendadas ni la consecusión de los objetivos previstos en la ley.
Decreto ley o ley urgente
Por lo tanto, el Govern tiene dos caminos para que se apruebe la ley en esta misma legislatura. La opción más sencilla es aprobar un decreto ley, que entraría en vigor este mismo mes de mayo, y después tramitar el decreto como proyecto de ley, algo que se hace de forma habitual en el Parlament. La otra salida es aprobar una ley de lectura única, que reduciría considerablemente la tramitación, si bien no hay nada decidido al respecto..
Sin embargo, el Govern necesitará el apoyo de PP o UM para poner en marcha este proyecto legislativo. Sin los votos de PP y UM, la ley no saldrá adelante.
El argumento que se emplea es que la modificación puntual de los PGOU de Palma y Llucmajor no resuelve las contradicciones con el Plan Territorial Insular. Además, según el Consorcio, una modificación puntual de dicho plan no puede alcanzar el nivel de detalle necesario para conseguir los objetivos deseados. Los planes especiales no pueden clasificar o desclasificar suelo, un instrumento imprescindible para acometer la reforma integral de la Platja de Palma.
El Consorcio de la Platja de Palma plantea que una ley tendría una tramitación mucho más corta que si fuese necesario modificar el Plan Territorial de Mallorca y los planes generales de Palma y Llucmajor. En el peor de los casos, cambiar dichos planes supondría un periodo de unos 8 años.
Entre algunos de los objetivos, la ley pretende una reducción en las edificaciones de un 50 por ciento de sus impactos ambientales y climáticos. Por lo tanto, la ley permitiría, según dicho plan, una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, llegando al balance en «carbono 0» en el año 2050.
Otros artículos de la futura ley persiguen crear un sello de calidad propio de la Platja de Palma en el ámbito urbano y en las edificaciones, cumpliendo con los objetivos de reducción de los impactos ambientales, energéticos y climáticos, según la documentación que tiene este diario.
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