Un Airbus A321 de la compañía española Spanair con 157 pasajeros a bordo que había despegado desde Palma se vio obligado a hacer un aterrizaje de emergencia en la localidad francesa de Brest (noroeste), al tener un problema con el tren de aterrizaje, informaron hoy fuentes aeroportuarias.
El aparato aterrizó sin problemas finalmente después de que una maniobra mecánica de los pilotos permitiera que saliera el tren de aterrizaje.
Previamente, los miembros de la tripulación alertaron a la torre de control de que la parte izquierda de su tren de aterrizaje no salía a causa de un problema hidráulico.
Los servicios aeroportuarios movilizaron dotaciones de bomberos, de gendarmes y de ambulancias en previsión de un accidente mayor.
Una vez en tierra, el avión perdió su movilidad a causa de la avería hidráulica, por lo que tuvo que ser remolcado.
Uno de los pasajeros relató a medios locales que el aterrizaje «fue algo difícil porque el piloto se vio obligado a frenar violentamente».
«Embarcamos en condiciones normales y el vuelo fue bien hasta el momento del aterrizaje. El avión comenzó a dar vueltas sobre las pistas y, de repente, subió bruscamente. Yo escuché el roce de las ruedas y pregunté a las azafatas que sucedía, pero ninguna hablaba francés», indicó.
Finalmente, los pasajeros fueron informados en inglés de los problemas, agregó.
El incidente perturbó el tráfico aéreo en el pequeño aeropuerto bretón, que vio como algunas de sus conexiones partían con retraso.
Las fuentes indicaron que 118 de los pasajeros iban con destino a Brest y el resto a la cercana localidad de Deauville.
La compañía española envió otro A320 desde Barcelona para cubrir la ruta, que prevé el retorno a Palma de Mallorca tras pasar por Deauville.