La Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) y la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) afirman que la única vía para lograr que Mallorca no pierda de forma progresiva competitividad, cuota de mercado y rentabilidad, es que el Govern modifique la Ley General Turística para incluir el cambio de usos turísticos en todos los municipios de la Isla.
En estos momentos, Mallorca cuenta con 1.592 establecimientos turísticos reglados, sumando en su conjunto 285.065 plazas. Estas cifras se mantienen de forma muy pareja en los últimos cinco años (ver gráfico adjunto), mientras que los ratios de ocupación han ido descendiendo de forma progresiva, pese al aumento de la cifra de pasajeros en el aeropuerto de Son Sant Joan. Ambas patronales coinciden en señalar en que con el cambio de usos turísticos se podría reducir, como mínimo, en más de un 20% el número de plazas turísticas (alrededor de 60.000 plazas), aunque algunos empresarios indican que la cifra se podría incrementar «si hubiera valentía política para acometer esta gran reforma de la planta hotelera de Mallorca y resto de islas».
El cambio de uso turístico, según la FEHM y la ACH, contemplaría desde la transformación en apartamentos o residencias, a la conversión en condominios e, incluso, al esponjamiento para fines de interés municipal, como hacer del solar que ocupa el edificio una plaza, un párking o cualquier equipamiento urbano que necesite el núcleo turístico.
Conversaciones
Para alcanzar el cambio de uso de los establecimientos hoteleros, las patronales hoteleras están manteniendo contactos con la Conselleria de Turisme para poder afrontar este reto antes de que finalice la presente legislatura. Entre los escollos que las patronales resaltan es que es necesario superar numerosos problemas, que van desde las reticencias de las instituciones y los sindicatos, a los problemas técnicos derivados de las ordenanzas urbanísticas municipales.
La FEHM y la ACH coinciden que de lo que se trata es de favorecer que «esos proyectos empresariales que existen tengan facilidad para salir o cambiar, porque no se puede mantener amarrada a gente que ya no quiere estar en el negocio hotelero, especialmente, ante una oferta residencial que realiza una competencia desleal. En estos momentos estamos pasando de un modelo vacacional basado en la hostelería a otro basado en la oferta resdiencial, conviviendo ambos modelos en todas las zonas turísticas».
El conseller de Turisme, Miquel Ferrer, señaló la pasada semana en la Cámara de Comercio de Mallorca, que «la crisis ha servidido para concienciar a la sociedad de la importancia del turismo, poniendo las condiciones favorables para abordar las reformas estructurales que sean necesarias en las zonas turísticas para hacerlas más atractivas, para lo cual habrá que actuar en nuestra oferta de alojamiento».
Asimismo, la ACH y la FEHM piden que también urge un cambio en la Ley General Turística para que incentive el esponjamiento de hoteles obsoletos, en concreto los construidos en los años 60 y 70. «Necesitamos hacer reformas integrales en los hoteles, pero no podemos afrontarlas si no nos dejan mantener las plazas», indican desde ambas patronales hoteleras.