No coinciden en su postura la patronal y los sindicatos a la hora de valorar la decisión del Gobierno de retrasar de los 65 a los 67 años la edad de jubilación como medida más contundente para mejorar las cuentas del sistema de pensiones.
Desde UGT, su secretario de Acción Sindical, Manuel Pelarda, rechazó de pleno esta propuesta al considerar que la salvaguarda de las pensiones no pasa por alargar la vida laboral legal de los trabajadores.
Por su parte, Katiana Vicens, secretaria general de CCOO en Balears, tildó de «ocurrencia» la propuesta del ministro de Trabajo, y auguró que «no prosperará», porque «no es una medida adecuada, ni coherente, ni recomendable». Según Vicens, el planteamiento del Gobierno central «no es una buena noticia».
Opinión muy distinta, tiene la patronal. Josep Oliver, presidente de la CAEB, aseguró ayer que «estamos hablando de una propuesta y hay que esperar a ver si se canaliza a través del Diálogo Social y del Pacto de Toledo y cómo queda después de consensuarla, pero este aumento de la edad mínima de jubilación, si se plantea como se está planteando, a través de un proceso que comenzará en 2013 y acabará en 2025, nos parece aceptable. Ahora bien, esta medida debería compensarse con algún premio tanto para los empresarios como para los trabajadores que decidan alargar su vida laboral, ya sea reduciendo las cotizaciones o incrementándoles las pensiones», aseguró.