El Departamento dirigido por Josefina Santiago apostará al máximo este año por la atención a la dependencia (que se lleva el 65% del presupuesto de la Conselleria), que será el área prioritaria junto a la de la protección del menor. «Las prioridades nos vienen marcadas por una ley, en este caso la Ley de Dependencia- que da derecho a una serie de prestaciones y ayudas que estamos obligados a garantizar, por eso nos hemos visto forzados a priorizar y este año no se convocarán las ayudas previstas por estos dos programas», considerados los más prescindibles.
El 'Bonus Infancia' estaba dirigido a las familias con menos recursos con hijos de entre 0 y 3 años y consistía en una cantidad económica de unos 300 euros anuales con la que sufragar los costes de la guardería (escoletas públicas o privadas). Este programa contó el año pasado con una partida de un millón de euros y benefició a unas 3.500 familias.
Aunque se trataba de un programa importante en materia de conciliación de la vida familiar y laboral, la consellera d´Afers Socials entiende que «era un programa a retirar de forma progresiva a medida que se va creando la red de 'escoletes' públicas», en las que las personas con menos recursos ya tienen ayudas. Santiago considera, además, que «difícilmente una familia va a dejar de llevar a su hijo a una 'escoleta' por no disponer de esta ayuda».
De todas formas, añadió, «de momento sólo se suspende para este año, ya que si en 2011 los presupuestos son mejores se volverá a ofrecer esta ayuda».
Por su parte, la 'Tarjeta Nadó' se creó para cubrir las necesidades de las familias con dos o más recién nacidos, tanto propios como adoptados. Consistía en la entrega de un talonario con una cantidad de vales para intercambiarlos durante nueve meses por productos de higiene o de alimentación para bebés en farmacias. En este caso, la consellera afirmó que el pasado año se beneficiaron de esta ayuda unas 60 familias y se destinaron 85.000 euros.
La 'Tarjeta Nadó', explicó la responsable autonómica, se creó antes de que desde el Gobierno central pusiese en marcha la ayuda de 2.500 euros por cada recién nacido, por lo que «su eliminación tampoco supone dejar a estas familias sin ninguna ayuda».
El 1.085.000 euros que se ahorrará se considera una cantidad muy valiosa, «suficiente, por ejemplo, para cubrir los gastos de la renta mínima de Eivissa y Menorca o para las ayudas de emergencia que se conceden a los municipios».
En cualquier caso, desde este Departamento se insistió en que la supresión de programas viene motivada por las dificultades presupuestarias, «teníamos que ajustarnos a unas cuentas (cerca de un 3 por ciento más bajas que el año pasado) y era inevitable priorizar las actuaciones, pues todo no se podía mantener».