Antonio López, que fue gerente del PP en Balears desde 1999 y hasta 2003, aparece como la persona que pagó 41.000 euros, en junio de 2006, a la empresa Bang & Olufsen, por la compra de televisores de alta gama y accesorios. Los seis televisores, uno de ellos de 50 pulgadas, que se encuentran en el palacete de la calle Sant Feliu, en Palma, proceden de la citada compra, según consta en un reciente informe efectuado por la Guardia Civil, y que ya ha sido enregado al juez Castro.
Antonio López Robles es el esposo de Josefa Lorca. Los dos figuran como administradores solidarios de 'Diel Eléctrica SL', cuya sede está en la calle Dureta de Inca, ciudad donde residen.
El pasado tres de diciembre la mujer prestó declaración ante el juez Castro, para tratar de esclarecer la procedencia de los televisores hallados en el palacete y que, curiosamente, figuran a nombre de 'Diel SL'.
Josefa Lorca Martínez entró en la sala como testigo y salió como imputada, al entender el juez que «su declaración constituye una burla al sentido común, con evidente ánimo falsario y con la creencia de que falta a la verdad para encubrir a otras personas».
En síntesis, Josefa Lorca declaró que trabajó para el padre de Jaume Matas en 'Eléctrica Matas', y que tras cerrarse la tienda, en 1995, ella se quedó con una serie de aparatos electrodomésticos. Cuando los iba vendiendo guardaba el dinero en una hucha, y finalmente lo reintegró a Jaume Matas con una cocina en el adosado de Cas Català, donde residía antes de comprar el palacete, y televisores en la nueva residencia de la calle Sant Feliu.
Las sospechas del juez y el fiscal eran, y ahora se ven reforzadas, que la intención de Josefa Lorca era la de dar una coartada al ex president para justificar la procedencia de los televisores, y el dinero en efectivo que se tuvo que pagar, y no figura que los aparatos los compraran la familia Matas-Areal.
En el informe de la Guardia Civil se refleja también que Antonio López efectuó la compra de los televisores y accesorios, en junio de 2006, «a instancias de Fernando Areal», cuñado de Matas y en aquellas fechas gerente del PP de Balears.
La sospecha de la Guardia Civil es la de que Maite Areal vio los aparatos de gama alta en la sede en Madrid de Bang & Olufsen, en el número 34 de la calle Ortega y Gasset, y que a partir de ahí pudo pedir a su hermano que hiciera «las gestiones oportunas».
Pero, además de los 41.000 euros citados, los guardias civiles que trabajan a las órdenes del juez Castro, tras contactar con los responsables en Madrid de Bang & Olufsen, han encontrado una segunda factura, de poco más de cuatro mil euros, de las mismas fechas que la anterior, y a nombre de 'Diel SL', y otra de 45.000 euros.
De ésta última se tiene la constancia de que también se trata de la compra de aparatos de gama alta y accesorios como altavoces, auriculares y otros.