La candidatura de Balears para ser elegida Capital Europea de la Cultura 2016 hizo ayer un llamamiento a las instituciones para que éstas se sumen cuanto antes al proyecto. Los impulsores de la iniciativa, encabezada por Hubert Georg Foil, se rodearon de representantes del mundo del arte, el turismo y la sociedad civil en su tercer Saló cultural.
Georg dejó claro ayer que lo que piden a estas alturas, en las que cada región prepara su propuesta, no es apoyo económico: «Es incomprensible que el Ajuntament de Palma y otros políticos no nos hayan abierto sus puertas. Esta candidatura no es nuestra, sino de Balears, y nuestros representantes no pueden dejar pasar la oportunidad histórica de apoyarla. Deben estar a la altura», recalcó. «Las Islas no están todavía en el mapa cultural turístico y esta es la oportunidad perfecta para que lo estén», añadió, señalando que en otras regiones el apoyo de las autoridades es público y entusiasta.
Marilen Pol, presidenta de la Associació Hotelera de Palma, dejó claro que no basta con «querer» cambiar el modelo turístico: «Hay que pasar de las palabras a los hechos y es necesaria la implicación y compromiso político. Nuestras Islas tienen mucho más que sol y playa, y hay que ponerlo en valor». Pere Ollers, presidente de ARCA, reclamó una «investigación, conservación y difusión seria del patrimonio» aprovechando la oportunidad que brinda la elección como capital cultural. Otro de los asistentes al acto, el músico Rafael Nadal, recordó que «la cultura es lo que da valor a nuestra tierra».
El director insular de Relacions Institucionals, Pere Fullana, reconoció la necesidad de «traducir esta oportunidad en realidad. Es una propuesta de futuro en un momento en el que sólo se habla de los desastres del presente».