Como manda la tradición en el día de Tots Sants fueron muchos los ciudadanos que ayer asistieron al cementerio de Palma para recordar a sus muertos. Con todo, no se dieron grandes aglomeraciones ya que la asistencia al cementerio ha sido escalonada, un hecho positivo si tenemos en cuenta que en los 150.000 metros cuadrados que ocupa este cementerio hay más de 46.000 unidades de enterramiento, en las cuales se estima hay más de 110.000 restos.
Hoy, día de Difuntos, seguirá el dispositivo especial para aquellos ciudadanos que se acerquen a honrar a sus muertos en la capital mallorquina donde la jornada es festiva, no así en la part forana.
Las flores volvieron a ser el elemento con el que se honró a los muertos, las velas o cirios son cada vez menos visibles. Margaritas, claveles y gladiolos adornaron las tumbas del camposanto.
No faltaron flores para el recuerdo de la memoria histórica, lo mismo en el lugar donde fue fusilado el alcalde republicano Emili Darder, que en Ai Marinai, el gran monolito dedicado a los fascistas italianos que murieron en Mallorca durante la Guerra Civil.
Asimismo, hubo flores en la cruz que marca la fosa común donde enterraron a los republicanos que murieron sin familia en la represión.
El cementerio de Palma, republicano, nacional, desconido también es sorprendente. Por ejemplo, acoge a una mítica figura de la aviación: Jean Gardner Batten, una mujer cuya muerte pasó totalmente desapercibida y fue enterrada de forma anónima en una fosa común del cementerio palmesano.
Batten fue una de las pocas mujeres de su época que consiguió batir récords mundiales de vuelos transoceánicos volando en su biplano Percival Gull. Estos éxitos hicieron que la aviadora fuera elevada a la categoría de 'heroína nacional' de su país.
Nacida en 1909 en Auckland (Nueva Zelanda), en 1935 realizó en solitario el vuelo desde Londres a Buenos Aires, siendo así la primera y única mujer que en los albores de la aviación realizó tal proeza.
La celebración del día de Tots Sants se vivió ayer desde varias perspectivas. Así, la comunidad gitana situó sus sillas ante las tumbas de sus seres queridos para pasar la jornada junto a 'ellos'.
Algunos se concentraron en la parte protestante del cementerio de Palma. Lugar donde, evidentemente, abundan los nombres sajones así como tumbas donde ni tan siquiera se observa cruz o nombre: 'Aquí descansan algunos cristianos', reza una de ellas.
Los protestantes también son, en este sentido, austeros. En algunas de sus tumbas apenas hay una flor y un verso.
La necrópolis de Palma concentró ayer un vaivén de gente que deambulaba desde los más humildes nichos hasta los más lujosos mausoleos, como el panteón de la familia March cuyo interior está ricamente ornamentado con mosaicos al estilo bizantino y pantocrátor incluido.
Todos ellos se encontraron, y se encontrarán cada año, en la antesala de aquello que nos convierte en seres únicos, pero con idéntico final; la muerte.
En el siglo VIII, fue el Papa Gregorio III quien declaró fiesta de Todos los Santos el primero de noviembre y, el día dos, festividad de los Fieles Difuntos. Hasta entonces el cristianismo celebraba esta efemérides el 13 de mayo.
En Tots Sants se invoca a los muertos para que nos ayuden, mientras que el día de Difuntos rezamos por ellos y por sus almas, según el rito católico.
Por otra parte, la policía cumplió su misión, con un dispositivo especial de 67 efectivos en los accesos del cementerio, que prohibió la entrada de vehículos al interior del mismo y la reserva de estacionamiento para personas con discapacidad.
La EMT puso un servicio especial que sale de la plaza de Sant Antoni hacia el cementerio con una frecuencia de 20 minutos. Un servicio que empieza a las 7.20 horas y finalizará hoy a las 20.20 horas.
La segunda planta del aparcamiento de sa Riera estará disponible para los interesados. También habrá aparcamientos gratuitos en el polideportivo de Son Moix, el solar anexo al Palma Arena y los estacionamientos de los centros comerciales Carrefour y Decathlon.
El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, visitó el sepulcro de su antecesor, Teodor Ubeda, en la Capilla del Santísimo de la Catedral, así como el lugar donde reposan los restos del beato Ramon Llull, en la Basílica de Sant Francesc, como actos conmemorativos del día de Todos los Santos.
La visita a la tumba de Úbeda, en la que el obispo depositó una corona de flores, es un gesto con el que el prelado rinde homenaje a todos los obispos que han pasado por la Isla. En torno al mediodía acudió a la Basílica de Sant Francesc, donde también depositó una corona de flores, en este caso como símbolo de recuerdo y devoción hacia todos los santos, en la figura del beato mallorquín Ramon Llull.
El Obispado recordó que el horario de misas en el cementerio municipal de Palma, hoy, día de Fieles Difuntos, será a las 9.00, 10.00, 11.00 y 12.00 horas.