Las patronales CAEB y PIMEM reniegan de otro Plan E tan descontrolado como el actual, que ha provocado quejas vecinales y perjudicado a la actividad económica de centenares de pequeñas y medianas empresas. Exigen que los futuros Plan E se hagan de forma ordenada y controlando los tiempos de ejecución.
El presidente de la CAEB, Josep Oliver, indica que «las obras se tienen que ejecutar en períodos de tiempo que provoquen el menor impacto económico al tejido empresarial. Se tiene que hacer un Plan E más ordenado y que no genere tantas molestias como el actual Plan E».
Para el presidente de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), Juan Cabrera, la ejecución de este tipo de obras, «ha tenido un impacto negativo en todos los aspectos. No estoy de acuerdo en cómo se ha programado este plan. Las obras se han hecho de forma rápida, con mala calidad y ha afectado, más en una temporada turística tan compleja, a la propia actividad empresarial. Se habrán creado puestos de trabajo, pero el efecto negativo que han tenido estas obras han afectado a la imagen turística de Mallorca».
Comercio
El presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Balears, Afedeco, Bartomeu Servera, afirmó que el sector comercial no está en contra de que se programen planes de ayuda a la construcción «siempre que estos sean ordenados y planificados», aunque se mostró «absolutamente en contra» de repetir un Plan E como el que está vigente en los pueblos y ciudades de Balears, especialmente en el caso de Palma.
«No ha habido ninguna planificación y se han hecho obras innecesarias», afirmó el presidente de Afedeco. «Se han querido hacer actuaciones que deberían haber hecho en dos o tres años en apenas unos meses y los primeros perjudicados hemos sido los empresarios de comercio y los de restauración», añadió el presidente de la patronal.
Los comercios, sin duda alguna, han sido los más perjudicados durante los meses que se han llevado a cabo las obras en las barriadas de Palma, ya que ha afectado al volumen de ventas y, en algún caso, provocado el cierre temporal de pequeñas y medianas empresas. Las patronales están a favor de la creación de empleo, pero sin que ello destruya el existente, según puntualizan sus presidentes.