La tradición de La Beata, Santa Catalina Thomàs, se perpetuó ayer con la salida del carro triunfal que este año presidió la encantadora niña de ocho años Francina de Juan Más junto a su corte.
Quienes recordemos sin ir más lejos las cabalgatas de hace apenas cinco o diez años, nada tuvieron que ver con la de esta edición. El público sí respondió refrendando la tradición en las calles, más la organización, del Consell de Mallorca, descuidó detalles como fueron el planchado del damasco posterior azul celeste de la carroza; instalar las banderas en el edificio del Teatre Principal, que gestiona dicha institución, y sobre todo, la soledad observada en el palco de autoridades, que presidió Francina Armengol, acompañada de los concejales José Hila, Catalina Cirer y María José Frau, el alcalde de Valldemossa, Xisco Mulet, además del director insular de Cultura, Matías Garcías, Cristina Moreno y Silvia Cano. Y casi ningú pus. Sobraron muchas, muchas sillas.
A las siete de la tarde salió la cabalgata desde Jaume III con el siguiente recorrido: Plaça Rei Joan Carles I, Unió, Mercat, Weyler, Riera, Rambla, Vía Roma y monasterio de Santa Magdalena. Fue en Jaume III, Unió, y Riera, donde se concentró un gran número gente, destacando la presencia de muchos niños quienes disfrutaron recogiendo caramelos y viendo las evoluciones y correrías de los grupos de dimonis. Ésta resultó menos participativa y la presencia tanto de la música como de carrozas fue pírrica.
La encabezó la Sección Montada de la Policía Local, seguida por el grupo de Tamborers de la Sala, y el abanderado Padrí de la Beata.
Los grupos de bailes populares mallorquines y Escolas de Ball alegraron el recorrido con sus bailes y tonadas acompañadas por colles de xeremiers. Entre ellas estuvieron las de Calabruix, Balls y tonades de Mallorca, Consell, Al Ritâd, Petra, Aires Mallorquins de Palma, Galilea, Son Ferriol, Lloseta y Valldemossa. Quienes 'salvaron' en buena parte la cabalgata fue la Escola de Ball de la parroquia de l'Assumpció de Son Espanyolet que acudió con todos sus efectivos, o sea, la Cucafera, con sus dimonis, dos grupos de baile, y dos carrozas alusivas a la vida de la santa mallorquina, muy logradas.
Otra muy típica fue la aportada por los jóvenes de Mancor de la Vall, y por último la del pueblo de Valldemossa en la que iba la Beateta María Antonia Cardona, de 9 años que es la niña que se sortea el día del Corpus para participar en la cabalgata de Palma. En cuanto a las bandas de música fueron cinco las participantes tocando la tonada de Sor Tomaseta desfilando en último lugar la banda municipal de Palma, dirigida por Juan Jiménez.
Entre los grupos de bailes se intercalaron éstas y 7 grupos de dimonis, y ya al final algunos carretones. El procedente de Binissalem fue un disco carretó, ya que el grupo de bailes mallorquines binissalemer danzó con música enlatada. El carro triunfal, precedido por los gigantes del Consell de Mallorca y el grupo del Cardenal Despuig, pasó por la iglesia de Sant Nicolau donde la Beateta recogió el cucurucho de peladillas, obsequio de la parroquia en la llamada «Piedra de la beata», y luego paró frente al Teatre Principal donde se intercambiaron regalos Francina Armengol y Francina de Juan. Allí el Joch de Ministrils interpretó la Balanguera. La pequeña estuvo acompañada por su madre, Francina Mas y la coordinadora de la corte de ángeles, Pilar Ferrer.
El carro triunfal siguió por Vía Roma finalizando en el monasterio de Santa Magdalena.
Por la mañana en la iglesia de Santa Magdalena se celebró una misa solemne que presidió el reverendo, Rafel Mas, a la que no acudió la alcaldesa de Palma, Aina Calvo. Francina de Juan, Beateta 2009, participó en la misma junto a su corte de ángeles y payeses y a continuación todos los niños degustaron una merienda preparada por las monjas canonesas que concluyó con los bailes del grupo Balls i Tonades de Mallorca.
Amalia Estabén
Fotos: M.A. Cañellas