«Pedimos que nuestros hijos puedan tener una vida digna y una atención adecuada» afirmaba ayer Josep Serra, padre de una persona con problemas de salud mental y uno de los organizadores de la manifestación que recorrió el centro de Palma para exigir más recursos para los enfermos con problemas de salud mental grave.
Un centenar de personas, entre familiares y personas con trastornos mentales graves, recorrieron ayer la calle Oms hasta la Plaça d´Espanya y se concentraron frente a la Conselleria de Salut i Consum para pedir, entre otras cosas, que se modifique la Ley de Dependencia para incluir los enfermos mentales altamente discapacitados.
Los manifestantes entregaron ayer una carta dirigida al conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, en la que pedían que se otorgaran pensiones para todas las personas con trastornos mentales graves; construir centros de día que también puedan funcionar como recursos formativos y laborales.
«Hace falta que se construyan más pisos y casas tuteladas», añade Serra y que se creen recursos formativos y laborales «para que nuestros familiares puedan vivir» y para que padres y hermanos de enfermos mentales no tengan que sufrir la problemática que supone el tener que pensar cual será el futuro de su familiar enfermo cuando ellos falten.
Crear más equipos de atención comunitaria para tratar las personas con trastorno mental grave en su entorno y evitar en muchos casos la inanición, la soledad o la violencia, especifican.
«La situación del colectivo de enfermos es inaceptable y requiere que los políticos se impliquen totalmente» explica el portavoz de los manifestantes y añade que, por ello, «solicitamos un cambio urgente en el sistema de funcionamiento de las instituciones sociosanitarias de las Islas con respecto a nuestros familiares», concreta.