El Parlament aprobó ayer, con los votos en contra del PP, apoyar la labor hecha por el Govern autonómico para que la asignatura Educación para la Ciudadanía se imparta «en condiciones de normalidad» en Baleares, por medio de una proposición no de ley que el PP ha tildado que «auténtica provocación».
Todos los grupos que forman parte del Ejecutivo dieron su apoyo a la proposición del PSOE, que apoya la implantación en las islas de esta polémica asignatura y afirma que el Gobierno central ha seguido las recomendaciones del Consejo de Europa para establecerla.
Adoctrinamiento
La encargada de defender la moción fue la socialista Cristina Rita, quien indicó que, en contra de lo que dice el PP, esta asignatura no significa «un adoctrinamiento ideológico» que coarta la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos, sino que en ella se dan criterios democráticos «en plural».
«La democracia no tiene credo, sino que el credo es la participación democrática y eso es lo que se da en Educación para la Ciudadanía», dijo Rita, al tiempo que reconoció que esta proposición se debate cuando la polémica por esta asignatura se ha «diluido» gracias a que se ha puesto en marcha con «normalidad».
La socialista dijo no entender qué es lo que desagrada al PP de la materia y ha añadido que lo que necesita realmente en estos momentos la comunidad es «un pacto por la educación» que dé tranquilidad a profesores, padres y alumnos.
Por otro lado, la diputada del PP Carme Feliu criticó la gestión de Es Baluard y recordó la dimisión de la vicepresidenta, Carme Serra. El conseller d'Educació, Bartomeu Llinàs, rechazó comentar la polémica.