La portavoz del Ejecutivo autónomo, la socialista Joana Barceló, lanzó ayer un mensaje claro: que la ruptura del pacto en el Consell es algo que afecta también al resto de instituciones que se rigen por los acuerdos de 2007, es decir al propio Govern y al Ajuntament de Palma.
Barceló calificó de «compleja y difícil» la situación generada tras el anunció de UM de dejar sus cargos en el gobierno del Consell de Mallorca que preside Francina Armengol y afirmó que, obviamente, esta cuestión se había abordado durante la reunión del Ejecutivo.
Barceló, que parecía expresar la opinión del president Antich, que hoy tiene previsto expresar su primera valoración pública sobre la crisis política, dijo que el Ejecutivo se había implicado en el asunto y que «está intentando reconducir la situación». Afirmó que Antich negociaba y lanzó un mensaje muy claro y en línea con las palabras de la presidenta de Mallorca, Francina Armengol, sobre la unidad de los pactos suscritos hace algo más de dos años entre PSOE, Bloc y UM.
«Aunque [los problemas que ocasiona la ruptura] se visualicen en una institución, son compartidos en las tres instituciones», dijo Barceló, preguntada si había dicho que la ruptura afectaba a todas dijo que sí, que se había firmado un acuerdo común, pero que esperaban recomponer la situación y que «vale la pena luchar aunque la batalla sea muy dura» y que lo que reclama la ciudadanía es trabajar para hacer frente a la difícil situación económica.
«Estamos intentando reconducir esta situación que, de manera puntual, se vive en el Consell de Mallorca, pero toda esta reconducción, los fundamentos, se basan en el acuerdo político y somos conscientes de que se trata de un acuerdo bastante más amplio», dijo Barceló que no quiso «hacer futuribles» cuando se le preguntó si el president destituiría a los consellers de UM en el caso de que su salida del gobierno de Mallorca llevara aparejada su paso claro a la oposición.
Por su parte, el portavoz del Bloc de Mallorca, Biel Barceló, pidió a Unió Mallorquina que «no se abone a la teoría conspirativa» para justificar su decisión de romper el pacto del Consell.
Francina Armengol, la presidenta del Consell, mantiene contacto directo con Antich, dijeron fuentes de la institución insular.
Armengol, que sigue sin firmar los ceses de los cargos dimitidos, está considerando la hipótesis de un gobierno en minoría con apoyo puntual de UM.
Fuentes del Consell apuntaron que esta «renegociación» pasaría por mantener el acuerdo programático de 2007 y por un compromiso claro de UM de apoyar los próximos presupuestos y de cumplir lo firmado hace dos años aunque tuviera libertad de voto para apoyar determinadas propuestas del PP. Eso sí, también se daría margen de maniobra al propio PSOE y al Bloc para desmarcarse en el Parlament y potenciar un perfil diferenciado en algunos asuntos.