La investigación de la Guardia Civil sobre el patrimonio del ex presidente del Govern Jaume Matas apunta, inicialmente, a la supuesta comisión de cuatro delitos: cohecho, malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad, según los abogados consultados por este diario.
El cohecho se castiga con una multa, pero el resto conlleva penas de cárcel. El titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palma, José Castro, que investiga el supuesto enriquecimiento ilícito del ex presidente, podría imputarle esos cuatro delitos cuando le cite a declarar.
El juez Castro, que también investiga una posible trama de corrupción en la edificación del velódromo Palma Arena durante la legislatura de Matas, ha incluido la investigación del patrimonio del ex presidente y de su cuñado Fernando Areal, con el objetivo de encontrar una posible conexión de las diligencias del Ministerio Público con los hechos que investiga.
La Fiscalía Anticorrupción ya aprecia una «conducta delictiva» en el jefe del Ejecutivo balear, tras el desmesurado aumento de su patrimonio, que prácticamente triplicó entre 2003 y 2007, y de sus fastuosos gastos, abonados muchos de ellos en tiendas de lujo, y en riguroso efectivo.
Una primera querella criminal redactada por los fiscales Juan Carrau y Pedro Horrach imputa a Matas un supuesto delito de cohecho por la adquisición de la vivienda de la calle San Felio por 950.000 euros, muy por debajo de su valor real (2'4 millones, según la Agencia Tributaria).
«El 25 de octubre de 2006 -señala la querella- la fecha en que Jaume Matas Palou recibe la dádiva o regalo en especie por cuantía (al menos) de 1.527.550 euros era el presidente de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears y presidente del Partido Popular de Balears».
Código Penal
Los representantes del Ministerio Público recuerdan el artículo 426 del Código Penal, que señala: «La autoridad que admitiere dádiva o regalo que le fuere ofrecido en consideración a su función incurre en pena de multa».
Mientras los indicios contra Matas aumentan a medida que se van conociendo el contenido de los informes del Grupo de Delincuencia Económica de la Guardia Civil, su abogado, Rafael Perera, insiste en que si lo que se investiga es su patrimonio y su actuación, «nadie mejor que él puede dar datos concretos sobre ello, al igual que aportar pruebas que luego podrían ser objeto de comprobación o contrastación», ha afirmado.
El denominado 'caso Matas' estalló tras una primera denuncia anónima contra él, presentada en noviembre de 2008, a la que después se unieron otras cuatro más. La minuciosidad de los datos aportados en esas denuncias, y la descripción de un 'modus operandi' perfectamente factible para un supuesto enriquecimiento de Matas, fueron tenidos en cuenta por el Ministerio Fiscal y la Agencia Tributaria, ya que las denuncias se presentaron en ambos organismos.
A partir de ahí, Fiscalía Anticorrupción, con el apoyo de la Hacienda y la Guardia Civil centraron las pesquisas sobre tres inmuebles de lujo: el 'palacete' que Matas adquirió en el centro de Palma, un piso de lujo de un millón de euros en el Barrio de Salamanca en Madrid y otro en la Colónia de Sant Jordi. Detrás del de Madrid aparece además su cuñado, Fernando Areal, que sería quien pagó una opción de compra de 100.000 euros.
En octubre de 2006, cuando comenzaron en la ciudadanía los comentarios de estupefacción sobre la compra del 'palacete' y su equipamiento, Matas hizo pública su declaración de renta en la página web del PP. Entre 2003 y 2005 ingresó cerca de 360.000 euros.
A los investigadores les ha llamado poderosamente la atención las elevadas facturas que abonaron Matas y su esposa, Maite Areal, en diversas tiendas de lujo de Palma.
Facturas
Una muestra de ello son los gastos reflejados en esta página en Denario Diseño Integral SL con el objetivo de amueblar su 'palacete' de la calle San Felio.
El ex presidente no se privó absolutamente de nada, y tampoco escondió su identidad, ya que todas las facturas están libradas a su nombre y domicilio.
La investigación de la Guardia Civil que obra en poder del juez también recoge de manera exhaustiva la adquisición de objetos de lujo en conocidos comercios palmesanos, muchos de ellos especializados en la venta de joyas, anillos y relojes de elevado valor.