Muchos pueblos y ciudades de Mallorca no disfrutan de unas fiestas tan concurridas y participativas como las de Fornalutx, y es que ni un sólo sector de la población se ha quedado sin poder disfrutar de las fiestas gracias a un amplio programa con el «correbou» como cita principal.
Los más pequeños fueron los protagonistas de una multitudinaria gymcana y de los trucos de magia del mago Félix, además de poder observar el espectacular «correfoc» y una animada actuación de la escuela de música de Sóller. Los más creciditos pudieron disfrutar de un combate de «glosadors» que logró reunir a una gran cantidad de público, y las más creciditas se lo pasaron en grande en un partido de fútbol en el que las solteras se enfrentaban a las casadas, y en el que ganaron las primeras por goleada, aunque todas las participantes recibieron el mismo premio, ya que el objetivo era divertirse. Por otra parte, los mayores también tuvieron su particular reconocimiento, ya que los más veteranos del pueblo recibieron, como es ya una tradición, una ensaimada y varios obsequios por parte del Ayuntamiento. Sin embargo, también hubo espacio para los actos solemnes como la misa en honor a la patrona y la correspondiente ofrenda, así como la presentación de las tejas pintadas que, después de una laborioso proceso de restauración, se mostrarán a partir de ahora en Can Xoroi, varias exposiciones y la inauguración de una nuevo aparcamiento.
Éstas y muchas otras actividades han hecho esta semana de Fornalutx un ejemplo de la vida en comunidad, ya que todo el pueblo se ha volcado en participar y en servir de ejemplo para otros lugares que no disfrutan de un programa festivo tan variado.