Casi cinco horas de reunión en el Consolat de la Mar entre los portavoces de los partidos del Govern con el conseller de Hisenda y el president Antich sirvieron para despejar una duda: los presupuestos del próximo año se elaborarán de acuerdo al organigrama actual de conselleries. De momento ni se suprimen ni se fusionan.
Los partidos asumieron que «viene una época de excepción» y aceptaron «recortar los innecesario». ¿Qué es lo innecesario? Según fuentes de la reunión, el gasto corriente y gastos superfluos o duplicados. Quizá el recorte no llegue a los 500 millones, dijeron. Lo que parece claro, y el conseller de Presidència, Albert Moragues, se refirió a ello, es que el president Antich aprovechará el 'debate de la Comunidad', que se inicia el día 22, para anunciar más medidas anticrisis. La posibilidad de la remodelación del Ejecutivo sigue en el aire pero no se aludió directamente a ella en la reunión del Consolat.
En próximas reuniones se concretarán las empresas y consorcios que pueden recortarse. No se habló de nuevos impuestos.