Maó vive desde el lunes con intensidad las fiestas en honor a la Mare de Déu de Gràcia, en las que la ciudad y numerosos visitantes se han volcado con una asistencia masiva a los jaleos y corregudes.
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El pistoletazo de salida se dio el lunes cuando la fabiolera Laura Guardia dio los preceptivos tocs de fabiol para que de diera comienzo el primer jaleo en la Plaça Constitució, que se prolongó hasta pasada la medianoche pasada la medianoche y contó como principal novedad con la presencia de nuevo Caixer Batle, Vicenç Tur, que este año ha ocupado el puesto dejado vacante por el anterior alcalde de Maó, Arturo Bagur. Previamente, caixers y cavallers, se había dirigido a la iglesia de la Mare de Déu de Gràcia, donde asistieron a un oficio religioso y posteriormente tomaron la tradicional beguda ofrecida por el caixer capellá, Mateu Seguí y el resto del clero de Maó.
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Durante toda la jornada, el bullicio estuvo presente en las principales calles de la ciudad animadas por pasacalles y desfiles de gegants.
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Ayer la ciudad prosiguió las fiestas con la celebración del día de la patrona, la Mare de Déu de Gràcia. Los actos oficiales se iniciaron por la mañana con desfile de caixers y cavallers hasta la Esglèsia de Santa Maria, donde se ofició una misa.
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La fiesta alcanzó su punto álgido con la celebración de los jaleos y las trepidantes corregudes que protagonizaron los cavallers en la Avinguda Cos de Gràcia. La colcada abandonó las calles entrada la noche, en la que cobró protagonismo diversas actuaciones musicales y actividades de índole cultural.
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