Las conselleras socialistas Bárbara Galmés (Educació) y Maria Angels Leciñena (Interior), a las que se viene citando como 'bajas' en el Govern de Antich si el president remodela el Ejecutivo, asistieron ayer a una reunión de cargos socialistas «con la agenda llena» y sin que nadie aludiera a su destitución. Al menos así lo declararon ambas en una pausa. Además, según la secretaria de Organización del PSIB, Rosa Alberdi, «no tienen motivos para estar nerviosas».
Galmés dijo que está volcada en el inicio del curso escolar y que «cuando empieza el curso seguiré de consellera». Leciñena, por su parte, mantuvo que «mantengo la agenda, la tengo llena para las dos próximas semanas y, además el president me ha delegado otras funciones».
Según Alberdi y Antoni Diéguez (portavoz parlamentario), en las jornadas socialistas de inicio del curso político no se abordó la remodelación de nombres. Lo que sí hizo el president fue insistir en que valora cambiar la estructura de la Administración. Alberdí especificó que «no será de un día para otra».
Diéguez insistió en la necesidad de que tiene el actual Govern en resolver la situación de «saqueo de las arcas públicas» de la era de Matas y anunció que próximamente se enviarán al Parlament leyes sobre la publicidad institucional, las empresa públicas y la televisión autonómica.
Carles Manera y Joana Barceló explicaron a los diferentes cargos las propuestas de sus departamentos. También asistieron parlamentarios estatales y el delegado del Gobierno.
Xicu Tarrés, presidente de Eivissa, dijo no saber nada del posible nombramiento de Pilar Costa como consellera. Dijo que siempre ha sido la candidata de Antich y añadió que «podría ser ministra con Zapatero».
La tesis oficial es que Antich tiene manos libres para manejar los cambios. Fuentes socialistas so ocultaron que la situación interna de los otros partidos (UM por ejemplo) también influirá en cualquier remodelación de cargos