El Govern balear incrementará un 36 por ciento la ayuda anual que concede a los ganaderos lecheros mediante la subvención de alfalfa deshidratada, una iniciativa que contará con un presupuesto global de 785'000 euros, según anunció ayer la consellera de Agricultura i Pesca, Mercè Amer.
Tras reunirse con los representantes de las principales asociaciones agrarias, la consellera anunció que su departamento «reorientará» las ayudas al sector con el objetivo de estabilizar el precio de la alfalfa en unos cien euros por tonelada, garantizando hasta 4'5 kilogramos por vaca lechera por día, frente a los 8 kilos actuales, y utilizar agua depurada en lugar de la que proviene de los acuíferos para regar los campos que la producen.
En cuanto a las subvenciones, la Conselleria informó que la tonelada de alfalfa deshidrata cuesta unos 237 euros y que el Govern compensará a los agricultores con una ayuda de 142 euros, lo que supone un incremento del 97 por ciento respecto a los 72 euros que daba en 2007 con el objetivo de que los ganaderos puedan seguir comprando la tonelada a un precio de 100 euros.
Amer afirmó que esta «reorientación» de las ayudas permitirá incrementar el número de beneficiarios, pasando de 37 a 5 exploraciones participantes.
Otra de las novedades de esta modificación es la supresión de las ayudas por hectárea que se deje de regar con el agua de los acuíferos de Campos y ses Salines, una media que se tomó hace diez años para evitar su salinización. La Conselleria destaca no obstante que el presupuesto de esta ayuda, de 100.000 euros, se destinará a subvencionar la alfalfa.