Durante su comparecencia en el Juzgado de Instrucción 3, y en presencia de su abogado, José Ramón Orta, de los fiscales y el abogado de la acusación particular, que ostenta el Govern, el magistrado le preguntó a Rafael Durán si reconocía la firma del contrato, a lo que respondió de manera afirmativa.
Después le interrogó por qué se prescindía en el mismo de los servicios del arquitecto Ralf Schürmann, y se contraba a los hermanos García Ruíz, a los que se les debía de abonar unos ocho millones y medio de euros.
Rafael Durán respondió que él no había leído el texto del contrato, y añadió que era como «un convidado de piedra» en este asunto. Se produjo entonces un inciso por parte de la persona que transcribe en el ordenador el texto íntegro de la declaración, y se decidió omitir lo de «piedra» y se dejó en «convidado».
Con respecto a este documento, tanto a Rafael Durán como a otros de los detenidos, se les preguntó si sabían quién lo había redactado, obteniendo siempre una negativa por respuesta.
El documento aludido está considerado como el más importante en la gestión de la construcción del velódromo del Palma Arena.