El Parlamento Vasco rindió ayer homenaje a los dos guardias civiles asesinados por ETA en Palmanova con una concentración y un acto en el que dos compañeros del instituto armado han colocado una corona de flores debajo de las fotos de las dos últimas víctimas de ETA.
La Cámara Vasca vivió ayer el quinto acto que ha acogido de estas características. En esta ocasión, en honor a Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, víctimas mortales del último atentado terrorista de ETA.
Previo al homenaje, un centenar de representantes políticos y ciudadanos, con la lehendakari en funciones, Isabel Celaá, y la presidenta de la Cámara, Arantza Quiroga, al frente, se concentraron en el exterior en silencio durante quince minutos. Una vez concluida la concentración, los congregados entraron al recinto del Parlamento Vasco, en cuyos exteriores se celebró el homenaje.
Las fotos de los guardias asesinados, como en ocasiones anteriores, se colocado en la escultura colocada en la entrada del Parlamento Vasco en recuerdo de los damnificados por el terrorismo. Bajo ellas, dos agentes de la Guardia Civil depositaron una corona de flores. Flanqueando las fotografías, a cada uno de los lados, siguieron el acto dos ertzainas y dos guardias civiles. Tras esta ofrenda, txistularis interpretaron el «Agur Jaunak» (canción tradicional vasca de respeto). La presidenta del Parlamento Vasco leyó la declaración institucional, aprobada por la Cámara con motivo del último atentado de ETA, a la que, según ha explicado, se sumaron los sindicatos UGT, CCOO y USO, y las patronales vascas. En dicho texto, la Cámara condena el «brutal atentado» y muestra su cariño, cercanía y solidaridad a los familiares de los guardias civiles fallecidos, así como a sus compañeros del instituto armado y al conjunto de las Fuerzas de Seguridad.
Al acto de homenaje no ha acudido ningún familiar de las últimas víctimas de ETA, pero sí dos hermanos de Eduardo Puelles, policía nacional asesinado por la banda terrorista el pasado mes de junio en Arrigorriaga.