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La huelga de tren y metro afecta a 10.000 usuarios

Mañana se retoman las negociaciones l Respetados los servicios mínimos

El tren llegó a la Estación Intermodal de Palma con algunos vagones pintados con graffitis de colores. Fotos: PERE BOTA/TERESA AYUGA

S. CARBONELL/M. SERRA/J. SOCIAS

El presidente del Comité de Empresa de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), Alejandro Hoyas, afirmó ayer que no se vislumbra el fin de las negociaciones con la empresa y por tanto el acuerdo «no está cerca», al entender que la empresa «se niega» a atender sus demandas de incorporar a 15 mecánicos de forma progresiva, por lo que añadió que los trenes que circulan por la red ferroviaria de Mallorca lo hacen en condiciones «seguras pero no deseables».

Hoyas destacó ayer que la empresa «ha reconocido que la seguridad deja mucho que desear» y agregó que SFM ha «parcheado» las deficiencias denunciadas por los trabajadores poniendo en los comboyes nuevos cristales en las salidas de emergencia, martillos y extintores. Unas medidas que el comité de empresa considera insuficientes y que no se ajustan a sus demandas, razón por la que durante el mes de agosto podrían producirse paros puntuales como los convocados los días 1 y 7 de julio, además de los dos previstos para los días 24 y 25 de este mes de julio.

Hoyas afirmó que mañana miércoles el comité de empresa se reunirá con la dirección, a partir de las 10.00 horas, en la sede de SFM, en Son Rullán, una reunión que se prevé «larga e intensa».

La huelga de 24 horas convocada para ayer y que arrancó a las 10.00 horas fue secundada por entre el 50 y 60 por ciento de los trabajadores de SFM, según estimó Hoyas, que indicó que ello equivale a un centenar de trabajadores. La empresa cuenta con un total de 220 empleados, y afectó, durante el día de ayer entre 8.000 y 10.000 usuarios, según la información facilitada por el comité de empresa de SFM.

Hoyas recordó que durante el día de ayer funcionaron unos servicios mínimos del 50 por ciento decretados por la Conselleria de Mobilitat i Ordenació del Territori que cubrieron principalmente las horas puntas, con el objetivo de que los ciudadanos pudieran acudir a sus destinos sin grandes retrasos, pero con menos frecuencias de lo habitual. Así, como ejemplo, Hoyas explicó que el tren que hace el recorrido Palma-Manacor salió a las 14.00 horas de Palma, y no se produjo otra salida hasta las 16.00 cuando en días normales sale un tren cada media hora.

Por su parte, el servicio de metro tuvo, durante la jornada de ayer, una frecuencia de 45 minutos entre las 7.00 horas y las 20.30 horas, mientras que entre las 20.30 y las 21.52 horas la frecuencia fue de 60 minutos.

La jornada de huelga no tuvo grandes repercusiones en la estación de tren de Inca. Durante toda el día de ayer los servicios mínimos funcionaron con total normalidad, no se produjeron aglomeraciones ni en los andenes ni dentro de los vagones y no tuvo lugar ningún altercado que rompiera la tranquilidad de la estación. Aparentemente nada hacía presagiar que ayer era el día que habían elegido los sindicatos de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) para realizar su protesta.

Eran pocos los usuarios que desconocían que ayer se realizaba la jornada de huelga, ya que la mayoría tenían previsto cuáles eran los servicios que ofrecía SFM. Preguntados sobre los motivos que llevan a los trabajadores a realizar las huelgas, la gran mayoría de los viajeros respaldaron sus acciones, ya que creen que «las medidas demandadas por los trabajadores sólo pretenden mejorar la seguridad de las viajeros y son denuncias que se ajustan a la realidad que se vive día a día en los trenes de Mallorca», afirman los usuarios.

La huelga de trenes convocada para ayer no afectó en exceso a los pasajeros de la comarca de Manacor. Según la información de la estación, la jornada se desenvolvió de manera tranquila y sin incidentes, «la gente está bien informada de esta huelga y ya se planifica según los horarios previstos», explica una de las informadoras.

De todas maneras, el hecho de haber pocos trenes provocó una acumulación de viajeros a la llegada y salida de los trenes mayor que otros días.

La mayoría de los pasajeros que viajaron con el tren aclararon que la huelga no les había afectado gracias a la información recibida y muchos pasajeros se mostraron a favor de esta huelga. «Siempre que sea en beneficio de los ciudadanos está bien, y si los trabajadores trabajan en malas condiciones tienen que manifestarse de algún modo, tienen todo el derecho», explicó una pasajera.

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