La reivindicación y la diversión no siempre son incompatibles. Así lo demostró ayer el medio millar de alumnos, profesores y padres que se citaron en Porreres para promover la educación en catalán en todos los colegios de Balears.
Pero más allá del manifiesto que leyeron algunos de los niños presentes en el acto, las actividades para conocer más a fondo algunas de las principales manifestaciones de nuestra cultura popular protagonizaron la jornada de ayer. Lejos de confrontaciones, el único objetivo era demostrar que aprender la lengua y la cultura de cualquier territorio constituye una auténtica herramienta pedagógica.
Así, cerca de las once de la mañana empezaba el pasacalles recorriendo el pueblo. Después dieron comienzo los talleres, para todos los gustos: de teatro, de cerámica, de instrumentos tradicionales, de secar albaricoques... Y después del correfoc infantil y de los conciertos tocó comer paella para recuperar fuerzas y reforzar la ilusión de todos los niños ayer presentes.
J. Sitges (texto y fotos)