El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y Salud Sexual y Reproductiva que contempla el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22 en una serie de supuestos.
Esta aprobación, al igual que el anuncio de que a partir de septiembre la 'píldora del día después' podrá ser adquirida en las farmacias sin receta, provoca un amplio debate social y una disparidad de opiniones.
Según los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, 3.058 mujeres de Balears interrumpieron voluntariamente su embarazo en 2007, lo que, tal y como apuntó el propio conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs supone que «la realidad social es que hay capas de la población que han dejado de tomar anticonceptivos» y que el número de abortos se «ha doblado» en las Islas en los últimos cinco años.
Las opiniones sobre la modificación de la legislación vigente son dispares. Mientras los grupos feministas consideran que debería haber sido más extensa las asociaciones pro vida opinan todo lo contrario.
El doctor Bartomeu Jaume sostiene que «a mi juicio, el hecho de que una ley no se cumpla o se sigan los pasos legales y prescritos en la ley no debe ser motivo suficiente para cambiarla».