El conseller de Benestar Social y presidente del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), Jaume Garau, dio a conocer ayer que las 47 personas que en la actualidad eran usuarias del servicio de residencia de la Llar de Pere Garau, ubicada en la calle Bisbe Cabanelles, se encuentran ubicadas ya en otros centros o en sus propios domicilios.
Por lo que respecta al centro de día de la Llar, podría ser clausurado también en las próximas semanas, posiblemente en mayo, al no reunir sus instalaciones las condiciones exigidas por la ley.
Cabe recordar que el pasado 7 de abril, el director ejecutivo de Serveis Socials del Consell, Jesús Mullor, se había comprometido a que ningún usuario de dicha residencia quedaría «en la calle» el 23 de abril, día en que acababa el plazo de un mes fijado por la propia institución insular para que se llevase a cabo el cierre definitivo de la mencionada residencia, por carecer de las preceptivas autorizaciones administrativas, según confirmaba una sentencia.
Garau explicó que de las 48 personas que utilizaban el servicio de residencia en estas últimas semanas, ocho han sido derivadas a una residencia pública, mientras que 32 han obtenido una plaza en diferentes residencias privadas de la Isla. Asimismo, siete personas viven de nuevo en sus domicilios, de las cuales seis contarán con un Pla Individual d'Atenció de curas a domicilio. Uno de dichos 48 usuarios falleció recientemente en un hospital debido a su estado. El responsable del IMAS explicó el proceso seguido en este caso, que incluyó entrevistas individualizadas con los usuarios de la residencia y sus familiares, así como reuniones con la Fundació d'Atenció a la Dependència y contactos con la Federació de Residències Privades.
Por último, Garau indicó que en un futuro podría haber más cierres de residencias si se comprueba que no cumplen con los requisitos.
Por su parte, la directora de la Llar, María José Jaén, dijo ayer que el centro de día «tiene todos los permisos», por lo que presentará un contencioso contra su posible cierre.