«Era un rumor a gritos, pero ayer los pillamos infraganti» comentó ayer el taxista Juan Manuel Ruiz, cuando un compañero pudo comprobar como dos familias de turistas pactaron a la baja precio con una chófer de un autocar perteneciente a un touroperador para ir a Santa Ponça. La situación provocó un paro de una hora por parte de los taxistas del aeropuerto que pudo afectar a entre 40 y 50 viajeros, y el bloqueo de la vía de salida de los autobuses.
«Primero nos pidieron precio a nosotros, después se dirigieron a uno de los autobuses de las agencias de touroperadores desplazados en el aeropuerto de Palma para preguntar si podían realizar el trayecto más barato».
«Mi compañero fue testigo de cómo pactaron el precio con una chófer quien les dejó subir en el autocar», relató Ruiz.
A partir de este momento los taxistas se organizaron. Dos de ellos bloquearon con sus coches la salida de los autobuses de la zona dispuesta frente a la terminal de llegadas, mientras unos 40 taxis que estaban «en cola» decidieron parar y no aceptar clientes.
Juan Manuel Ruiz destaca que entre 40 y 50 personas se pudieron ver afectadas por la protesta.
La intervención de una patrulla de la Policia Local no se hizo esperar. Los agentes tomaron declaración a los implicados en este episodio de competencia desleal y ahora queda pendiente conocer las sanciones que se derivarán del informe policial que se abrió tras la denuncia.
Durante el suceso, los taxistas reclamaron la presencia de algún inspector de la Conselleria de Mobilitat para tomar cartas en el asunto «sin conseguir localizar a nadie de esta Conselleria», declaró Ruiz, quien a su vez constató que tampoco se personó ningún miembro de Aena.
Finalmente, la policía consiguió que los taxistas desbloquearan la zona de los autobuses y reanudaran su trabajo. Los agentes sugirieron a los turistas implicados que cogieran un taxi para dirigirse a Santa Ponça, como finalmente hicieron.