Alrededor de 5.000 motos de marcas diversas participaron ayer en la 33 Volta Internacional a Mallorca amb Moto. No todas salieron de las Avenidas de Palma, frente al Corte Inglés, dado que algunas "bastantes" lo hicieron desde distintos puntos del recorrido uniéndose al pelotón sobre la marcha. Pero el grueso sí; salió desde ahí, una vez que la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, dio el banderazo.
Por espacio de 12 minutos estuvieron pasado motos por delante de nosotros. La dirección tomada era la que llevaba a la autopista de Andratx. Un vez en ella, se rodaría en dirección a Valldemossa, donde tendría lugar el primer control. El segundo sería en el túnel del Gorg Blau, y el tercero en el hotel Bellvue, donde se haría una parada para almorzar.
Aunque no se trata de una competición, sino más bien de un paseo sobre ruedas, los controles son necesarios, sobre todo para las estadísticas: o lo que es lo mismo, saber cuántos hacen el recorrido íntegro. Tras el almuerzo se empezó a rodar de nuevo buscando el próximo control, la Plaça de Son Servera, desde donde se siguió hasta el circuito Renn Arena, en Llucmajor, donde tuvo lugar el fin de fiesta, a la vez que los participantes recibían el diploma.
Pedro Prieto