La XVII Fira de Son Ferriol pasará a la historia como la feria pasada por agua. ¡Qué pena! Todo estaba previsto para el gran día: se habían instalado más puestos que nunca y se esperaba más gente que en otras ediciones. Pero los presagios que ofrecía el cielo al anochecer el sábado se transformaron en lluvia a lo largo de la mañana de ayer, así que todo apuntaba a ¡adiós, Fira, adiós!
Sin embargo, la autoridad competente no la suspendió, al menos oficialmente, y no la suspendió porque así lo pidieron los dueños de bares, restaurantes y chiringuitos, que habían cargado sus frigoríficos y estantes para que no faltara de nada. Pero ni por ésas. Y es que la feria, sobre todo ramadera y agrícola, como es ésta, se vive en la calle. Y ayer, por la lluvia, no pudo ser. Pese a todo, las autoridades llegaron puntualmente a Son Ferriol. Aparecieron bajo de paraguas la alcaldesa de Palma, Aina Calvo; la regidora Nanda Ramon y los consellers Miquel Nadal y Mateu Cañellas, ambos de UM, al igual que Cristina Cerdó y Baldomero Oliver. Del PSOE vimos a Donaire Sánchez. También andaban por allí representantes del PP, Rafa Durán, Sebastià Sansó, María José Frau..., y del PSM, Biel Barceló. Y lo que se dice juntos, sólo estuvieron al principio. Tras visitar el estand del Grup Serra, cada uno tiro por su lado. PSOE-Bloc, por un sitio, PP, por otro, y UM por otro. Eso sí cada uno por su cuenta dio una vuelta por el desolado recinto, cada vez con más barro y agua y menos puestos abiertos.
Por la tarde, la instantánea se mostraba bien diferente. Más visitantes y algo de sol animaron la feria, aunque ya con más apariencia de mercadillo.
Pedro Prieto
Foto: Joan Lladó