J.SOCIES
Diecinueve años después de iniciarse los primeros pasos para la construcción del campo de golf de Son Baco en Campos la polémica sigue más viva que nunca.
Las fincas de Son Amer y Son Baco fueron adquiridas a finales de 1990 por la empresa Falcon Ranch S.A. a un economista campaner residente en Madrid. Esta empresa creó el primer proyecto para la construcción de un golf con oferta complementaria y obtuvo el interés general para su construcción, pero al no haber pasado por el Colegio de Arquitectos fue desestimado. Después de este primer obstáculo fue la empresa Comsara S.A., formada por diferentes socios, quien se hizo cargo por poco tiempo ya que en 1991 ya fue la actual propietaria, Golf de Campos Son Baco S.A., con Pau Bonet, presidente de la Asociación hotelera de la Colònia de Sant Jordi, como gerente, quien ha estado al frente del proyecto de construcción del golf en Campos. Esta empresa es una filial de la empresa alemana Febabau A.G., que cuenta con dos campos de golf en Alemania y otros tres en el Algarve portugués.
Febabau continuó con la tramitación de los papeles para conseguir el campo de golf, aunque en la década de los noventa el principal escollo era la falta de aguas depurada para regar los terrenos, por lo que mediante un convenio con el Ajuntament de Campos se cedieron unos terrenos de Son Baco para la construcción de la depuradora municipal y se pagaron 100 millones de pesetas para realizar las obras de las aguas fecales en el municipio de Campos que por aquellos años aún no tenía. Así mismo en la década de los noventa la empresa fue comprando terrenos anexos a Son Baco y Son Amer hasta completar los 2'6 millones de metros cuadrados que ahora tiene la empresa promotora.
A toda esto hay que añadir la licencia de obras concedida por el Ajuntament, la caducidad del interés general, los recursos presentados por el GOB y el PSM, la autorización de Turismo hace unos meses y todo el debate político de estos días dentro y fuera de Campos.