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Ciutat

Cort aprueba la fachada marítima, pero Bloc y UM no quieren edificios en la zona verde

El PP se asbtiene por considerar que el equipo de gobierno está «tomando el pelo a los ciudadanos»

LAURA MOYÀ
El pleno del Ajuntament de Palma dio ayer el visto bueno a la modificación del Pla General d'Ordenació Urbanística (PGOU) que permitirá ejecutar el futuro parque de la fachada marítima. Finalmente, el denominado 'Corredor de la Mar' incluye la opción de construir tres equipamientos, que complementarían al edificio de GESA. Una opción que ni UM ni el Bloc ven con buenos ojos, como constataron durante la sesión. El PP se abstuvo por considerar que el consistorio está «tomando el pelo a los ciudadanos» porque «sólo se destinará el 22 por ciento a zona verde», según la popular Lourdes Bosch.

Además de la modificación del PGOU, el Ajuntament aprobó, también con la abstención del PP, la ratificación de los convenios suscritos con Mapfre, que otorgan a Cort la titularidad del solar comprendido entre Gesa y el futuro Palau de Congressos tras una permuta de terrenos con la empresa aseguradora. Por último, se inició otro proceso relacionado con la fachada marítima: la aprobación inicial del PGOU que «normalizará y regularizará» la situación urbanística del hotel del Palau de Congressos, según la regidora d'Urbanisme, Yolanda Garví. Al final, el Ajuntament mantiene la vinculación del hotel al palacio que realizó el PP, ocupando ambos equipamientos un solar público. Ahora, y en relación a este tema, se abre un periodo de alegaciones, que el consistorio tendrá que estudiar. Después, volverá a pasar por el pleno de la institución.

La modificación del PGOU que afecta al hotel del Palau de Congressos permitirá que el establecimiento tenga 39 metros de altura y 273 habitaciones. De esta manera, el hotel gana, en una zona, una altura más de la prevista, pasando de tener una planta baja y ocho alturas a una planta baja y nueve. En otra zona, pierde una altura y se mantiene en las siete alturas. Al final, el hotel no se construirá en los dos solares que el proyecto inicial preveía. Uno de los terrenos no era de titularidad pública.

El primer punto del orden del día, que se votó en segundo lugar, fue dar por bueno la firma de los convenios con Mapfre. Para Lourdes Bosch, el intercambio «ha supuesto diez millones de euros al ayuntamiento». Bosch aseguró que el acuerdo con la constructora implica, por una parte, «una indemnización de 3'5 millones de euros» en concepto de derechos patrimoniales adquiridos por Mapfre. Por otra, el Ajuntament deberá incluir otra compensación, según el PP, en forma de 6.400 metros cuadrados en segunda línea. «Multiplicados por 1.150 euros el metro cuadrado, supone otros siete millones». La regidora d'Urbanisme insistió en que «no se ha llevado a cabo ninguna expropiación ni compra de ningún terreno», sino que todo se ha basado en «permutas». En relación a los 3'5 millones, el trato contempla «condonar a Mapfre parte de su deuda con el ayuntamiento», que asciende a 5 millones.

El segundo punto del orden del día, que se votó en primer lugar y que se convirtió en el más debatido, fue la aprobación de la modificación puntual del PGOU que autorizará el 'Corredor de la Mar'. Tanto el PSOE como el Bloc y UM destacaron la importancia de que el proyecto se haya modificado para conseguir una zona verde. Sin embargo, la formación nacionalista y la coalición dejaron constancia de sus diferencias con los socialistas en relación a la inclusión de los tres equipamientos, que ocuparán 4.000 metros cuadrados de los 40.000 que tendrá el futuro parque.

Miquel Nadal, regidor de UM en Cort que ayer ejerció de portavoz, afirmó que el futuro parque es «la razón por la que Aina Calvo es la alcaldesa de Palma», ya que motivó «el apoyo de UM» a la hora de cerrar el pacto de gobierno en el consistorio palmesano. «Si somos decisivos en el futuro, el proyecto que se licite deberá ser un parque verde en el que sólo esté el edificio de GESA. Es posible tener un parque sin las tres edificaciones».

El segundo teniente de alcalde Eberhard Grosske fue quien defendió la postura del Bloc. Grosske coincidió con Nadal en el tema de los equipamientos. «Los tres edificios que se han incluido son posibilidades, por lo que no vemos porqué deben convertirse en realidad. No es necesario ejecutar las previsiones de la propuesta», dijo Grosske. Una alternativa que el PSOE no comparte. «Defendemos las infraestructuras como medida para revitalizar el parque. Como ciudad no podemos permitirnos no tenerlas. No queremos un desierto verde, es decir, no queremos cometer el mismo error que con el Parc de la Mar», aseguró Yolanda Garví.

En este punto, el PP insistió en que «el proyecto costará a los ciudadanos 150 millones de euros», una cifra que Lourdes Bosch consideró «muy elevada en tiempos de crisis». «El convenio de Mapfre supone diez millones, otros 50 para ejecutar el parque y 95 millones para indemnizar a los vecinos. El parque será uno de los más caros de la historia», dijo Bosch.

Los populares apuntaron otro dato: «Que sólo el 22 por ciento se destinará en realidad a zona verde». Bosch se basó en un informe de la Conselleria de Medi Ambient, que deja constancia de este dato. Según el equipo de gobierno, el informe se basó en dibujos orientativos. El proyecto todavía no se ha seleccionado. Para elegir la propuesta que se ejecutará, el Ajuntament convocar un concurso de ideas.

En relación a este tema, la regidora d'Urbanisme afirmó que «el parque más caro ha sido el de las Estacions», que el PP «modificó en tres ocasiones». La modificación del PGOU que permitirá llevar a cabo el 'Corredor de la Mar' cumplió ayer con su último trámite en Cort, aunque aún deberá ser ratificado por el Consell antes del 16 de julio.

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