S.CARBONELL/JOSEP M. AGUILÓ/L.MOYÀ
El Tribunal Supremo ha acordado la suspensión cautelar de la modificación puntual del Pla General d'Ordenació Urbana (PGOU) de Palma, aprobada por el Consell de Mallorca el 5 de julio de 2006, por la que se permitía cambiar el uso de los terrenos y permitir la construcción del hospital de referencia de las Islas, el nuevo Son Dureta, en la finca de Son Espases Vell.
En la sentencia del Supremo, que da la razón a la Congregació dels Missioners dels Sagrats Cors y a la Associació de Veïnats de la Real, se especifica que el hospital está proyectado en «suelo rústico» y en las proximidades «de unos bienes declarados de interés cultural, cuya protección constituye también un interés general».
En este sentido, la sentencia pone de relieve el «error» en el que habría incurrido el Tribunal Superior de Justícia de Balears (TSJB) cuando estimó «más digno de protección el interés general representado por la instalación hospitalaria, prevista en la modificación puntual del PGOU, que la salvaguarda del patrimonio». En este caso, tal y como especifican desde el Alto Tribunal, «están en conflicto dos intereses generales, el uno respresentado por la nueva instalación hospitalaria de referencia» y el otro por «la protección del suelo rural».
Además, se destaca que en el procedimiento para modificar el PGOU «falta la declaración de interés general por el órgano competente -el Consell- a fin de poder llevar a cabo la instalación del hospital en suelo rústico».
Por su parte, la abogada de este caso, María José Lagos, señaló ayer que «el Supremo ha reconocido que es necesaria la suspensión cautelar del citado acuerdo del Consell». En este sentido, indicó que «cuando desaparece la efectividad del acto administrativo, los pasos posteriores deberían ser considerados ilegales», por lo que, a su juicio, deberían pararse las obras del nuevo hospital.
«Lo que es más destacable es que se nos reconocen todos los argumentos expuestos, así como el interés general del patrimonio histórico y del patrimonio rural, en el sentido de que si no se paraliza o suspende el acuerdo del Consell, el interés general puede verse dañado irreversiblemente», concluyó.
Por su parte, la presidenta de la Associació de Veïns de es Secar de la Real, Assumpció Renom, señaló ayer que dicha sentencia «es un triunfo de la participación», si bien «el problema es que llega tarde». Además, dijo que «todo lo que hemos defendido en estos años ha sido reconocido», a la vez que calificó de «ejemplar», el modo cómo su entidad y los Missioners dels Sagrats Cors se opusieron al proyecto en Son Espases.
«Ojalá los políticos aprendan un poco», añadió, para concluir: «El tiempo pone a cada uno en su lugar».