Es tiempo de fiesta, de vestidos originales, de desfile. Es tiempo de Carnaval. Las calles de Marratxí vieron desfilar ayer comparsas y participantes que, por un día, pasaron de ser personas corrientes a encarnar al mismo Barack Obama o los más conocidos superhéroes de cómic. No faltaron tampoco los clásicos: indios, demonios, pitufos, brujas, chinas, bomberos y caperucitas rojas, entre otros muchos personajes.
Diez comparsas y otras tantas carrozas, lo que no está nada mal para los tiempos de crisis. De las primeras cabe destacar la que abrió el desfile por detrás de la banda municipal, con 180 pingüinos de todas las edades que, bajo la denominación de Escalfament, trataban de llamar la atención sobre el cambio climático. Fue, además de original, la más numerosa.
En cuanto a la carrozas, puede que una de las más divertidas y oportunas fuera la de Barack Obama. Porque, ¿cómo iba a faltar el nuevo presidente de Estados Unidos en Carnaval? Fue una de las más comentadas, y en cuanto a su concepción, muy original.
La fiesta comenzó frente a la iglesia de Sant Marçal de sa Cabaneta, continuó por la calle Oleza con parada frente al Ajuntament, que es donde estaba el jurado. Finalizado el desfile, y mientras tenía lugar la deliberación, por gentileza de las Mestresses de Casa de sa Cabaneta hubo coca y chocolate para todos los asistentes, así como animación infantil y músicos.
Los ganadores de dos premios de 600, 450 euros y dos de 300 euros fueron las comparsas Juguem pels retallables, Els joves som un circ, Teresetes y Charleston de la tercera edat, respectivamente.
Pedro Prieto / Laura Acedo