UM y la presidenta del Consell, Francina Armengol, dejaron ayer constancia durante el debate de política insular sus discrepancias sobre las actuaciones que está llevando a cabo la institución insular. La formación nacionalista criticó, a través de su portavoz Miquel Àngel Flaquer, que no exista «la percepción» de que desde el Consell se esté ejecutando «alguna iniciativa» para paliar los efectos de la crisis. Armengol, sin embargo, no compartió la opinión de UM: «Hace tiempo que se están realizando actuaciones concretas».
Para Flaquer, el Consell «tiene que encabezar la adopción de medidas para reactivar la economía». De ahí que propusiera, en nombre de UM, cuatro ideas. Por una parte, «la convocatoria de un pleno y un Consell Executiu extraordinarios para hablar de la crisis y qué iniciativas llevar a cabo». Por otra, «la creación de puestos de trabajo temporal a corto plazo para proyectos medioambientales, sociales, de juventud y de promoción turística concretos». En tercer lugar habló de «concretar partidas para ayudar a promocionar los productos mallorquines» y, por último, de «bajar la tasa de escombros».
El portavoz de UM también mostró su preocupación por la negociación del nuevo sistema de financiación. «No está siendo como creíamos», dijo, a la vez que aseguraba ver «cierto pesimismo» en relación a este tema en un sector del Govern. «Otra necesidad es modificar la Llei de Finançament de los consells, que permitirá que el Consell tenga una mejor financiación para no ser una sucursal del Govern».
Flaquer apuntó otros dos aspectos negativos. Primero, «la pérdida de identidad institucional del Consell». Después, «la historia sangrante y vergonzosa» del convenio de carreteras.
Son Baco también estuvo presente durante el discurso de Flaquer, al igual que la Televisió de Mallorca. «UM tiene que ser respetada por sus socios. La presidenta no debe olvidar que gobierna gracias a UM».
La réplica de Armengol empezó con los proyectos que, según la presidenta, el Consell está ejecutando para superar la crisis y que ejemplificó con una iniciativa: «El aumento del presupuesto destinado a políticas sociales y a obra pública». «Estamos de acuerdo en la necesidad de bajar la tasa de escombros, algo en lo que se está trabajando, y en potenciar los productos locales», aseguró Armengol. Sin embargo, para la presidenta de la institución insular Son Baco fue «una discrepancia pactada» y la Televisió de Mallorca, que Flaquer describió como «discriminatorio con el PP y UM», «es plural y neutral».
«Me sumo a su reivindicación de la necesidad de mejorar la financiación, pero nunca antes se habían dado las condiciones actuales», explicó Armengol, que tampoco compartió la idea de que «el Consell esté perdiendo identidad institucional». Aun así, se mostró partidario a tener «todos los debates necesarios» que permitan «aportar ideas que ayuden a superar la crisis».
La portavoz del Bloc en el Consell, Joana Lluïsa Mascaró, también denunció la necesidad de mejorar la financiación de la institución insular. «Un nuevo sistema tiene que acabar con el expolio, y una nueva ley de consells debe consolidar la institución como el auténtico gobierno de Mallorca», en palabras de Mascaró. La mejora permitirá «no condenar a los habitantes de la Isla a ser ciudadanos, no ya de segunda, sino de tercera categoría», dijo la portavoz del Bloc.
Por la mañana, Francina Armengol había dado a conocer tres nuevas iniciativas que podrán llevarse a cabo en 2009 gracias a recursos extraordinario procedentes del Estatut. La primer será la adquisición de Can Weyler, la actual sede de ARCA, que el Consell convertirá en un centro de interpretación de turismo cultural. Para Armengol, el centro se convertirá en un «gran punto de encuentro de toda la información turística de la Isla», lo que, a su juicio, servirá para «diversificar la oferta turística y divulgar y difundir el riquísimo legado del que disponemos».
Armengol también desveló otras dos novedades. La primera, la puesta en marcha de una línea de subvenciones para mujeres víctimas de violencia de género. La segunda, un Plan de Intervenciones Paisajísticas que tendrá como objetivo realizar doce intervenciones directas de mejora del paisaje en espacios degradados o sensibles.