En Mallorca sobra entre el 15 y 20 por ciento de la planta hotelera, por estar obsoleta y fuera de mercado, la cual distorsiona la comercialización y genera un daño de imagen a la Isla en todos los mercados. Los empresarios cifran en más de 20.000 el número de plazas, pero algunos llegan hasta las 35.000. Si desapareciera esta oferta desfasada, los hoteleros podrían negociar en mejores condiciones la contratación de sus camas con los touroperadores.
No es la primera vez que ni la Federacion Hotelera de Mallorca ni las asociaciones hoteleras han analizado esta cuestión, pero es en estos momentos, con un decreto ley de medidas urgentes para modernizar la planta hotelera en Mallorca y resto de islas, cuando empresarios de todas las zonas turísticas de la Isla vuelven a poner de manifiesto este problema. Si en Mallorca hay contabilizados más de 1.000 hoteles, que suman más de 200.000 plazas, el citado porcentaje que está obsoleto afecta directamente a la cuenta de explotación y de resultados de las empresas modernizadas, que no pueden competir con los precios con que sale al mercado la oferta obsoleta.
«Al amparo del decreto ley, tenemos que ser capaces de estimular la salida de estos hoteles, para fijar unos nuevos parámetros de calidad más exigentes que los deje definitivamente fuera de mercado, porque necesitamos bajar el número de plazas y aumentar la calidad de las mismas, lo que se traducirá en un alza de los precios en su comercialización», apuntan hoteleros asociados a la Federacion Hotelera de Mallorca.
Hoteles obsoletos
Las mismas fuentes añaden que a estos hoteles, amortizados desde hace décadas y con estructuras de los años 60, 70, 80 y 90, «hay que estimularles, porque les cuesta más cerrar que seguir, de ahí que mantienen abiertas sus puertas año tras año. «Se trata de hoteles de una, dos y tres estrellas, ubicados principalmente en Palmanova-Magaluf, Cala Mayor, Calas de Mallorca, Cala Rajada, Can Picafort, así como en segundas y terceras líneas de playa de Can Pastilla, S'Arenal, Cala Millor y Alcúdia», puntualizan.
El objetivo de esta demanda, así como la aplicación del decreto ley de medidas urgentes recientemente aprobado por el Govern, es poder reequilibrar la oferta y la demanda existente. En este sentido, indican los hoteleros que en estos dos años en los que se podrán realizar mejoras de instalaciones y servicios en la planta hotelera, «hay una oportunidad histórica para lograr este objetivo, porque será imposible poder competir en las mismas condiciones a corto y medio plazo con la oferta hotelera de Croacia, Egipto, Túnez o Turquía. Lo que hay que hacer es proteger a la mayoría de los hoteles que se han modernizado, son competitivos y se modernizan de forma periódica».
Asimismo, puntualizan que con el decreto ley aprobado «los empresarios deben demostrar que son empresarios. Es la última oportunidad que tenemos para mejorar nuestra competitividad y el que no lo haga, deberá pagar las consecuencias. No hay excusas y es una obligación modernizar, actualizar y mejorar la calidad de la oferta hotelera. La oferta obsoleta debería, con ello, tener los días contados, pero será complicado erradicarla».