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Ciutat

Unos cincuenta vecinos de es Molinar estuvieron acordonados por la policía

Los manifestantes expresaron su indignación en una nueva protesta contra la ubicación del Servei d'Acolliment

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Finalmente, se armó el escándalo en la zona de sa Gruta, en el barrio de es Molinar. Un grupo de cincuenta vecinos, aproximadamente, se reunió en la plaza situada frente a la calle Golf de Biscaia para mostrar su desacuerdo con la ubicación del nuevo Servei d'Acolliment i Promoció Sociolaboral (SAPS), cuyas obras empezaron el pasado martes.

Todo comenzó ayer sobre las 19.30 horas, cuando la protesta vecinal se movió en grupo por la calle Golf de Lleó y se encontró con que agentes del Cuerpo Nacional de Policía habían realizado un gran despliegue y tenían bloqueados todos los accesos a la plaza.

«¡Es Molinar, estado policial!», comenzaron a gritar los vecinos. «Bajad por el pueblo», gritaban algunos a los residentes que miraban desde sus balcones. La indignación de los manifestantes fue en aumento hasta llegar a explotar. Algunas mujeres lloraban, una vecina llamó al Juzgado de Guardia para que acudiera «el fiscal», y al menos tres vecinos tuvieron que ser atendidos por servicios médicos de urgencia. Además, hubo constantes discusiones con los agentes de policía, que les prohibieron salir de la plaza. La policía, por su parte, afirmó que se trataba de una manifestación «no comunicada y, por tanto, no autorizada».

La protesta seguía, bajo la lluvia, sin poder salir de las calles lindantes a la plaza. La exaltación iba a más y la ira de algunos vecinos fue tal que llegaron a amenazar a la propia prensa. Por un momento, los manifestantes planearon entrar en el garaje del número 1 de la calle Gruta, que supuestamente tenía acceso a la calle Capitán Ramonell Boix, y así evitar el cordón policial. Finalmente, no fue así, y siguieron caminando todos juntos de un lado al otro de la zona. «¡Esto no es Guantánamo!», gritaban.

La tensión volvió a estar a flor de piel cuando un contenedor empezó a sacar humo. Entonces, los agentes corrieron a sofocar el fuego, mientras los vecinos miraban y recriminaban a los policías que no les dejasen salir. «A la alcaldesa, dos velas negras», decían.

«Nosotros lo que no queremos es que el centro esté junto al parque, porque quienes no sean admitidos en el Servei d'Acolliment, se quedarán rondando por aquí. No somos insolidarios», dijo una vecina.

La protesta concluyó sobre las 21.30 horas. Tras la misma, el presidente de la Associació de Veïns es Born des Molinar, Miquel Obrador, criticó que la policía no hubiera dejado salir a los concentrados de la plaza.

Por otra parte, el vecino que el jueves se encadenó a un árbol de la zona fue convencido ayer por residentes para que abandonase su protesta. Luego, fue conducido a Son Llàtzer debido a su mal estado físico, siendo dado de alta después.

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