Siempre se ha dicho que Cáritas es un observatorio privilegiado de la pobreza y en estos tiempos lo es más que nunca. Las cifras hablan por sí solas, en el segundo semestre de 2008 y en lo que va de 2009, Cáritas Mallorca ha constatado un incremento del 30% en las solicitudes de ayuda, lo está suponiendo un auténtico esfuerzo presupuestario y organizativo, reconoce su director, Antoni Vera. Otro dato: sólo en lo que va de enero, la entidad ha atendido a 140 usuarios nuevos.
Los inmigrantes son el colectivo más afectado, «cerca del 85% de esos nuevos usuarios son extranjeros». Junto a ellos, han crecido las demandas de ayuda por parte de matrimonios de entre 25 y 35 años, en los que uno o los dos han perdido el empleo, mujeres solas con cargas familiares y personas mayores que ahora deben hacerse cargo y ayudar a hijos que se han quedado en el paro.
La vivienda (impago de hipotecas o alquileres, embargos, desahucios...), las facturas (luz, teléfono, etc) y la alimentación son las causas principales que han movido a personas a recurrir a la ayuda de Cáritas.
Vera reconoció que «estamos desbordados, las previsiones están más que superadas y no podemos abarcar toda la demanda». Y por si la situación no fuera ya complicada, teme que a partir de abril o mayo, a medida que se le vaya acabando el paro a muchas personas y según vaya la temporada turística, se incremente el número de familias con necesidades básicas.