La dirección de la empresa Casa Buades anunció ayer al Comité de Empresa -integrado por 5 representantes de USO, 2 de CCOO y 2 de UGT- la presentación de un expediente de regulación de empleo que afectará a 173 trabajadores de la fábrica situada en Binissalem y a las delegaciones de la empresa en la Península y que supondrá el cierre de la fábrica de grifería.
Los trabajadores de la fábrica de Casa Buades de Binissalem, que forma parte del Grupo Teka, serán informados hoy oficialmente por los representantes del Comité de Empresa, tal y como explicó su presidente Bernat Font (USO), quien matizó que los trabajadores ya conocen la noticia de forma extraoficial «en los últimos días había mucha rumorología» dijo Font pero «oficialmente» serán informados esta mañana.
Por su parte la dirección de la empresa remitió ayer un comunicado a este periódico en el cual indicaba que «la compañía ha tomado la decisión de presentar un Expediente de Regulación de Empleo -que ayer ya le fue comunicado al director general de Treball, Pere Aguiló- para hacer frente a la caída constante y continuada de la demanda» y ante las «malas perspectivas de recuperación económica estimadas para 2009».
«Los efectos de la crisis, iniciada hace año y medio, se han trasladado con especial dureza al sector de la construcción, primer destino de la producción industrial de Casa Buades», matizan desde la dirección de la empresa.
Por otra parte especifican que la empresa ha fijado un calendario de reuniones con los representantes de los trabajadores -con quienes se reunirá mañana viernes- para negociar los términos de aplicación del expediente que afecta a toda la plantilla».
Las reacciones a esta noticia no se han hecho esperar. El secretario general de la Federación Minerometalúrgica de CCOO Balears, Daniel Cámara, indicó ayer que, «a la espera de que se nos dé más información sobre la situación de Casa Buades, lo que nos queda claro es que la crisis siempre la pagamos los mismos» en alusión a los 173 trabajadores afectados por el expediente de regulación de empleo y a la espera de lo que harán la empresa y la Administración «para evitar el hundimiento de la industria balear».
Opinión compartida por Manuel Pelarda, secretario de Acción Sindical y Empleo de la UGT en Balears, que espera que en los próximos días, con una información más completa, se estudiarán las «acciones» a emprender para hacer frente al citado expediente de regulación de empleo.
Por su parte Bernat Font (USO), presidente del Comité de Empresa de Casa Buades, confía en que las reuniones con la empresa sirvan para conseguir más información y para evitar el cierre total de la fábrica de Binissalem, aunque no cree que se pueda evitar un Expediente de Regulación de Empleo.
Un expediente que indirectamente también podría afectar a unos 70 u 80 presos de la cárcel de Palma que ayudan a fabricar piezas para Casa Buades.
Desde la Conselleria de Treball i Formació se han confirmado contactos informales con la dirección de la empresa aunque el director general de Treball, Pere Aguiló, declinó ayer el realizar declaraciones sobre la situación de la empresa con sede en Binissalem.
La empresa ha reconocido que su último ejercicio económico con beneficio fue 2006, mientras entre 2007 y 2008 dice haber acumulado 11'4 millones de euros en pérdidas.