Todo un año sin enfermedades para sus mascotas fue la máxima que animó a que muchos salieran ayer en Inca, Andratx, Sóller, Llucmajor o Establiments a las tradicionales beneïdes. Establiments celebró su desfile de carrozas y comparsas, que alcanzó en comitiva la plaza de Inmaculada, donde el cura procedió a la tradicional bendición. Previamente, en la iglesia del barrio, los niños vestidos de payeses realizaron la ofrenda a Sant Antoni. En el exterior, perros, ovejas, caballos y burros predominaron en la beneïda. El inconveniente, el vaivén de coches en la carretera de Establimets, que no se cortó el tráfico. En Llucmajor, los primeros en pasar fueron una «guarda» de ovejas, aplaudidas por todos. Luego se dio paso al desfile de más de una docena de carros, carretones y más de 60 caballos montados. Por su parte, la capital del Raiguer fue de las primeras en celebrar la fiesta. Las autoridades locales, encabezadas por el alcalde Pere Rotger, vieron pasar a cientos de animales que quisieron ser tocados con el agua bendita.
En Sóller, el párroco Marià Gastalver se estrenó en esta celebración y bendijo a todo tipo de animalitos, y a alguno de sus amos. La celebración empezó puntual con la música de los xeremiers y terminó con la exhibición de los caballos y las carreras de cintas.
En Andratx, hermosas carrozas y gran participación, marcaron el desarrollo de la fiesta, que presidió el alcalde Xisco Femenias.
S.Coquillat/M.Nadal/Michels/
M.Joy /N. López