Apasionado de la naturaleza y del esquí de montaña, un deporte que combina las modalidades del esquí y del alpinismo, el mallorquín Xim Pérez disfruta de este deporte en Mallorca -siempre de forma excepcional- y, por lo general, en la Península. «Consiste en ascender la montaña elegida por itinerarios nevados y con la única ayuda de las propias fuerzas y unas pieles de foca pegadas a los esquíes, que permiten deslizarse en una sola dirección y hacen que no patinemos hacia atrás si ejecutamos la técnica correctamente», afirma.
El próximo 17 de enero participará en La Molina en una cronoescalada nocturna con los esquíes. «Se trata de un recorrido por la montaña que tiene de especial hacerse por la noche. Aprovechan que hay luna llena para que la visibilidad sea mejor y nosotros vamos todos con un frontal. La organización marca el recorrido con banderolas», añade.
Miembro de la Federación Balear de Montañismo, junto con Toni Barrero son los únicos que reciben algún tipo de ayuda para participar en competiciones. «A lo mejor en Mallorca sólo hay una decena de personas que practicamos el esquí de montaña, es muy difícil practicarlo aquí, pero en diciembre pudimos subir con esquíes íntegramente al Penyal del Migdia y al Puig Major. Normalmente vamos al Pirineo catalán. Me preparo corriendo en la Isla por la montaña cuatro o cinco días a las semana y el fin de semana hago alguna excursión. El riesgo lo intentamos evitar; lo que más me gusta es el contacto con la naturaleza», afirma Xim, profesor de Educación Física en Calvià.
Mercedes Azagra